Los buenos propósitos de los más pequeños para 2024

Ser solidario, colaborar en casa, gritar menos o llevar una alimentación más saludable son algunos de los deseos y objetivos que pueden fijarse los niños y adolescentes para el Año Nuevo

Dos niños escriben sus propósitos de Año Nuevo. | Olia Danilevich / Pexels

Dos niños escriben sus propósitos de Año Nuevo. | Olia Danilevich / Pexels / Elena Casero

Elena Casero

Es una tradición más. Lo mismo que nos tomamos, o al menos lo intentamos, las doce uvas con las campanadas; brindamos con nuestros seres queridos y nos ponemos algo rojo en la última noche del año, también solemos elaborar una lista con los propósitos para el nuevo año. Si bien somos los adultos los que normalmente lo llevamos a cabo, también puede extenderse a los más pequeños, convirtiéndose así en una tarea emocionante para toda la familia. Una bonita tradición que nos permite conocer nuestras metas y nuestros límites, y mirar al futuro con ilusión. Y es que el que los niños anoten en un folio sus propósitos para el 2024 no solo les servirá como motivación, sino también como recordatorio para no perder el interés a mitad de enero y saber todas aquellas cosas que sueñan por hacer a lo largo del año. Asimismo, comprenden que para alcanzar una meta, por muy sencilla que esta sea, tenemos que valernos del esfuerzo y la perseverancia, sin duda dos valores que debemos tener siempre presentes. Entre los propósitos que tus hijos podrían incluir en su lista están:

Los buenos propósitos de los más pequeños para 2024

Los buenos propósitos de los más pequeños para 2024 / Elena Casero

–Esforzase más en el colegio. No se trata de sacar en todo dieces, lo que vale de verdad es el esfuerzo, la concentración, el trabajo personal, la atención y el interés por ser responsables y hacer las tareas cuando lleguen a casa.

–Portarse mejor en el colegio. Si tu hijo o hija son de los que ya está cansado de llevarse regañinas de los profesores, este propósito de Año Nuevo no puede faltar en su lista. Uno de su objetivos debería ser portarse mejor, hacer caso y no hablar cuando el maestro está explicando la lección.

–Disfrutar más del tiempo con sus hermanos. Da igual cuántos años se lleven tus hijos o la edad en concreto que tenga cada uno de ellos, lo de discutir, pelearse y chinchar está a orden del día, Por ello este es otro gran propósito: que se quieran más, disfruten del tiempo que pasan juntos y peleen menos.

–Comer menos dulces y más verduras. Esta es una meta para los niños, pero también para los padres. Deben aprender a comer mejor y más sano y deben entender por qué es importante hacerlo. Somos lo que comemos, así que, cuánto mejor sea nuestra alimentación, más saludables y más listos seremos.

–No decir palabrotas. Los adultos decimos palabras mal sonantes, sin querer o queriendo, y a veces lo hacemos con los niños delante. Estos, que son muy listos, las cogen al vuelo y luego las repiten; eso por no hablar de las palabrotas que se oyen en la calle o en la escuela. Hay que evitarlas.

–Colaborar en casa. En función de sus edades y capacidades, pueden ayudar de una u otra manera en casa. Ya sea poniendo la mesa, doblando el pijama por las mañanas u ordenando los juguetes –solos o acompañados–. Todo suma.

–No gritar...o al menos no mucho. Es una realidad que los niños gritan, tienen que hacerlo pues es una forma más de comunicarse, de jugar y de expresar que están contentos y enfadados. Sin embargo, como vamos creciendo como personas, podemos intentar hablar más bajo en ciertas ocasiones y lugares. Todo un reto.

–Ver menos la televisión. Quien dice menos televisión, dice menos tableta, móvil y ordenador. Las nuevas tecnologías, a partir de cierta edad, están muy bien, sobre todo si se usan, además de para entretenerse, con un fin educativo. Sin embargo, muchos niños usan estos aparatos más tiempo del que deberían.

–Hacer deporte. El deporte solo nos aporta cosas buenas, sobre todo si lo hacemos en familia al salir del cole o el fin de semana.

–Aprender a hacer cosas solos. Este es perfecto para los peques que ya se van haciendo mayores. Intentar hacer, por ejemplo, los deberes o un puzle solos les dará autonomía y confianza en sí mismos. También podemos adaptarlo a los más pequeños: ponerse los zapatos, quitarse el abrigo o ir al baño solos.

–Ser solidario. Aprender a ser solidarios y a hacer cosas buenas por los demás nos ayudará a ser mejores personas.