Hacen videojuegos propios, también para terceros, los adaptan a las distintas plataformas y trabajan, entre otras, para firmas como Sony, Microsoft o Nintendo. Se trata de Meteorbyte, una de las compañías actualmente alojadas en el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) del Parque Tecnológico de Asturias, con sede en Llanera, y probablemente una de las iniciativas con una plantilla más joven: el personal tiene edades comprendidas entre los 23 y los 33 años. Esta última es la del fundador y jefe de la compañía, Phil González, ingeniero informático que sabe bien lo que es empezar de cero y el esfuerzo para sacar adelante un proyecto empresarial como el suyo.

Hace algo más de un año que su compañía se aloja en los espacios que cede a los emprendedores la llamada incubadora de empresas del CEEI. Antes estuvo en un centro de coworking en Oviedo, luego en unas oficinas alquiladas, pero cuando la empresa fue creciendo en personal necesitaba un lugar más grande para seguir desarrollándose. "Había terminado la carrera, ya había trabajado y monté la empresa en el Talud de La Ería. Empezamos con portátiles allí, con lo que teníamos, trabajamos una temporada y cuando teníamos el primer videojuego propio, WoodPunk, vimos que nuestro proyecto estaba escalando mucho y necesitábamos inversión para acabarlo", explica González, que apunta que a través de Asturex (Sociedad de Promoción Exterior del Principado) pudo viajar a Alemania, donde comenzó un periplo para lograr financiación.

"En Alemania conocí a gente que me acabó invitando a una feria en Australia, cuarenta horas de viaje...Fuimos y allí presenté el proyecto a unos coreanos del Sur. Les gustó e invirtieron. Y es a partir de ese momento cuando empezamos con la empresa actual, pues hasta entonces yo había sido autónomo. Luego fuimos a París para conseguir más financiación para el juego y continuamos con más proyectos. Tener un videojuego propio te permite demostrar que sabes hacerlo y van surgiendo más cosas. Aprendimos a trabajar con consolas gracias a ese juego. A trabajar, por ejemplo, con Play Station, porque cada una de las consolas son muy distintas y tampoco es lo mismo hacer un juego para una consola que para un ordenador.... En la empresa comenzamos trabajando dos personas y acabamos siendo siete ahora", relata.

Vista exterior de las instalaciones del CEEI, en el Parque Tecnológico. P. Tamargo

Pero, ¿cómo explicar a quien no conoce este ámbito profesional cuál es exactamente el trabajo que realiza esta empresa? "Hacemos videojuegos, tanto propios como para terceros. También proyectos para gente que ha hecho su juego y quiere sacarlo en consolas…. Tenemos las licencias de Play Station, Xbox, Nintendo... Y les sacamos los videojuegos en ordenador y en consolas, en plataformas distintas. ¿Qué es sacarles los videojuegos? Digamos que hacemos exactamente lo que hace una editorial para un autor de libros. Somos como la editorial RBA para Isabel Allende o como la discográfica EMI para Bisbal. Hacemos la parte editorial de esa gente y también para nuestros propios proyectos. Hay además otro tipo de trabajos, como la consultoría o incluso peritajes judiciales. Pongo más ejemplos: nos pueden consultar sobre en qué empresas de nuestro sector invertir o pedirnos que informemos acerca de un hackeo de cuentas en un videojuego", explica González.

Estos últimos son algunos de los trabajos que reciben en la empresa, si bien su fundador matiza que "nos dedicamos principalmente a desarrollo". "La mayor parte de nuestro trabajo es técnico. Lo más gordo es llevarlo a plataformas de juegos. Me explico, por ejemplo, llevarlo a una determinada consola, porque no es poner un juego en Nintendo y funciona... Hay que hacer funcione en la máquina de Nintendo, o en otra, que tienen sus propias restricciones, sus propias convenciones y sus propias tripas. Hay que hacer que funcione ahí el mismo juego que estaba funcionando en el ordenador y en el móvil, por hablar siempre con ejemplos concretos para entendernos", añade González.

Phill González, en las instalaciones del CEEI, en el Parque Tecnológico. P. Tamargo

En Asturias, comenta, hay apoyo para emprendedores de empresas de base tecnológica como la suya por parte de entidades como Asturex, IDEPA o el CEEI. Y las pone en valor. Pero en su ámbito profesional en el Principado aún hay pocas compañías del sector y algunos hándicaps. "El CEEI está genial y Asturias también, es mi casa y aquí me quiero quedar y crear trabajo. Yo no me quiero ir a Alemania a trabajar. Pero conozco gente en Londres que logra financiación de inversores con mayor facilidad, hay muchos eventos, conferencias o similares varias veces al día... Levantan un dedo, presentan una idea y les cae financiación... Eso aquí no lo hay, algo en Madrid o Barcelona tal vez, pero aquí no. Aunque hay algunas empresas, y buenas, todavía el sector, esta industria, no está desarrollada en Asturias. Pero sí tengo que destacar que el apoyo del CEEI para mí supuso poder crecer, tienen unas instalaciones muy buenas, salas para reunirnos si llega un cliente, y un entorno que favorece el desarrollo de la innovación, además de apoyo permanente", señala.

González se refiere también al hecho de que es complicado empezar porque no existe formación especializada en este ámbito y, al no existir muchas empresas en Asturias, tampoco es fácil ir aprendiendo a partir de compartir experiencias o problemas con otras compañías del sector.

Una vez finalizada la carrera, no hay formación complementaria reglada para un informático de videojuegos, incide. Muchas cosas, dice, las fue aprendiendo solo, por su cuenta, desde cero. Y, ahora también forma a jóvenes a través de prácticas en su empresa. Luego, algunos continúan ese aprendizaje integrándose en la empresa. "Formar a una persona lleva tiempo. Que en Meteorbyte haya gente tan joven se debe a que contratamos a recién titulados, gente en prácticas que hace el proyecto con nosotros y luego los voy incorporando. El sentido que tienen para mí los programas de prácticas es reclutar a gente y saber que en el caso de que un día la empresa falle y se extinga, pues también quedan ocho o diez ingenieros por Asturias que saben hacer videojuegos y eso es cosa buena para la industria asturiana", afirma.