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Los Covarones, paso a paso: hacemos la ruta de moda en Llanera, con senderos y paisajes de película

El trayecto, de menos de un kilómetro desde el área recreativa, es un gusto para los sentidos de principio a fin y las rocas moldeadas por efecto de la erosión del río un espectáculo de la naturaleza

Los Covarones, paso a paso: hacemos la ruta de moda en Llanera, con senderos y paisajes de películaP. Tamargo

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Los Covarones no defraudan. El nombre, que se refiere al paisaje kárstico de cuevas y rocas moldeadas por efecto de la erosión del río Tuernes, es el que recibe una de las rutas más visitadas de Llanera. El trayecto, de menos de un kilómetro desde el área recreativa de la zona, es un gusto para los sentidos de principio a fin, con senderos y estampas de película. Estas son las indicaciones, paso a paso, para disfrutar el trayecto, y todas las imágenes de lo que saldrá a la vista del visitante en cada tramo.

Para llegar. Para acercarnos al punto de inicio de la senda, lo mejor es llegar al área recreativa de la zona. En coche, desde Posada de Llanera, se toma la AS-240 en dirección a San Cucao. Se atraviesa esta localidad, unos cinco kilómetros en línea recta. Pasamos toda la travesía urbana de viviendas y una vez que superamos un restaurante llamado "Parrilla Cañal", a los pocos metros hay un desvío hacia Brañes (LL-6), a la izquierda. Ese es el que tenemos que coger. Una vez hecho el giro, continuamos hacia Agüera, hasta que encontremos, también a nuestra izquierda, el área recreativa de Los Covarones.

Zona de acceso al área recreativa de Los Covarones.

Hay aparcamiento en el área recreativa. En la zona baja del área recreativa hay un aparcamiento muy amplio para dejar el vehículo y desde ahí empezar la ruta. No suele haber problemas para estacionar porque dispone de bastante espacio.

La zona de aparcamiento, disponible al fondo del área recreativa.

Indicaciones para comenzar la ruta. Una vez hemos dejado el coche, justo al lado del parking un gran panel nos informa de las características de la ruta. No llega a un kilómetro y tiene algunas zonas empinadas, tanto a la subida como a la bajada, pero son desniveles sin dificultad. El camino es apto para todo los públicos siempre que se trate de personas sin problemas de movilidad.

La zona propiamente de Los Covarones, al final del trayecto, y en la que se ve el río, se disfruta más con buen tiempo. El hecho de que el caudal es mínimo en verano permite pasar sobre las piedras entre el agua y ver más de cerca el espectáculo de las rocas moldeadas caprichosamente por la naturaleza. Se recomienda llevar calzado de repuesto o unas botas de agua para el momento de ver las cuevas naturales.

Panel informativo sobre la ruta, justo al lado del parking.

Y empezamos a caminar. Subimos en paralelo al área recreativa y cruzamos la carretera. Comienza la ruta. Justo a la entrada numerosos paneles nos indican qué tipo de árboles tenemos a la vista. En realidad se trata de las especies que son más comunes a lo largo de todo el trayecto, castaños y robles.

Punto de inicio de la ruta, justo después de cruzar la carretera.

Senderos de cine. La ruta es breve y a cada paso hallamos algo en lo que fijarnos. A los pocos metros de comenzarla encontramos senderos que parecen sacados de una película: se estrechan a la par que la arboleda los va cubriendo por arriba y la luz se nos aparece al fondo del camino, como si estuviéramos atravesando un túnel. Por la mañana, la estampa es perfecta, aunque con la luz de la tarde también ofrece otra perspectiva llena de encanto.

Uno de los senderos de la ruta.

Todo está perfectamente señalizado. El camino se realiza siempre en recto. No hay que hacer ningún giro excepto en los lugares en los que encontraremos una señal que así nos lo indique. Esto solo ocurrirá en dos ocasiones y veremos claramente el hito con la flecha que nos señala la dirección. El primer giro, a la izquierda, lo haremos tras coronar el camino que aparece en la imagen inferior, que ofrece una estampa de la belleza de la Llanera rural y ganadera.

Al final de este camino, encontraremos el primer desvío, a la izquierda.

Apenas media hora. La parte final del camino hacia Los Covarones cuenta con varias zonas de bajada y en algunos puntos hay que fijar bien los pies en el suelo a cada paso. Llegar hasta el lugar que es fin de trayecto y en el que hallaremos el río y su paisaje de rocas único lleva apenas media hora, aunque todo depende del ritmo del paso y de lo que cada cual quiera detenerse a contemplar las vistas que va encontrando.

Trayecto en bajada, ya cerca de Los Covarones.

Terminando el trayecto. Tras las últimas bajadas llegamos a destino. Una señal nos indica un giro a la derecha para descender hacia Los Covarones.

Acceso a Los Covarones

El "Refugio de la Nora". Llegamos a la zona de Los Covarones y nos recibe una primera cueva natural, el "Refugio de la Nora". Más allá, en línea recta, están señalizados los restos de un molino de agua del que solo quedan unos muros. Al fondo, otra cueva, en este caso, bajo la que discurre el río.

Un visitante, fotografiando el "Refugio de la Nora"

Y al fin Los Covarones. La vista más espectacular de la zona es sin duda la gran roca erosionada por el paso del río a lo largo de los años y que ahora se aparece como una especie de puerta a cuyos pies discurre el río. La arboleda, las piedras y la abundante hiedra, junto al sonido del discurrir del agua convierten el espacio en un paraje de cuento donde la tenue entrada de los rayos de sol en algunos puntos contribuye aún más a la espectacularidad de la escena.

Vista del paisaje kárstico de Los Covarones.

Camino de vuelta. Cuando volvemos a situarnos en el sendero para emprender el regreso, justo de frente, antes de iniciar la subida de vuelta, hay un camino que baja hacia una poza de agua del Tuernes. La visita es opcional, aunque el baño está prohibido en todo el espacio.

El regreso hacia el área recreativa cuenta con algunas subidas, pero también sin dificultad. Se trata de una ruta apta para familias con niños, y de hecho, en el trayecto se encuentran habitualmente grupos de pequeños y adultos.

Un grupo de niños y adultos, en el camino de vuelta hacia el área recreativa.

Descansar, comer o jugar. De vuelta al área recreativa, este espacio se presta al descanso entre arboledas y cuenta además con todo tipo de servicios para sentarse a comer o simplemente a disfrutar de un rato en el que los más pequeños cuentan asimismo con zona de juegos.

El área recreativa de Los Covarones.

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