Así se eligen a los mejores sementales de Asturias en Llanera: peso, calificación morfológica y calidad testicular y pélvica

“De lo que se trata es de comparar a los animales entre sí en las mismas condiciones de alimentación, manejo, cama, es decir, todo, para ver cuáles son mejores", explican en el Centro de Testaje de Aseava, donde seleccionan toros

En Llanera se seleccionan los mejores toros de Asturias, aquellos que están llamados a ser los padres de la cabaña ganadera de la raza asturiana de los valles. De los 180 novillos que pasan al año por el centro de testaje que hay en Rondiella (Posada), se seleccionan tan solo entre 70 y 80 ejemplares. Y de esos, únicamente dos o tres serán los sementales que se utilizarán en el Centro de Inseminación de Cenero (Gijón). El resto llegarán a las subastas de reses para la puja entre los ganaderos.

“De lo que se trata es de comparar a los animales entre sí en las mismas condiciones de alimentación, manejo, cama, es decir, todo, para ver cuáles son mejores. Si uno se comporta mejor que otro eso quiere decir que le está afectando la genética”, explica Gerardo Noval, responsable del centro de testaje, que gestiona la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de la Raza Asturiana de los Valles (Aseava).

Uno de los ejemplares del Centro de Testaje de Aseava.

Uno de los ejemplares del Centro de Testaje de Aseava.

La selección de sementales comienza en las ganaderías, con 72.000 vacas inscritas en el árbol genealógico de Aseava, de las que 3.000 serán las madres de los terneros. La asociación compra por 1.600 euros cada ternero a los ganaderos cuando tienen entre 5 y 6 meses.

En ese momento se realiza la primera valoración, en la que el 75 por ciento de la nota que se da a la res se refiere al peso del animal y el 25 por ciento se centra en una calificación morfológica. “Que sean guapos, esto pesa mucho en los ganaderos asturianos, que prefieren tener animales guapos aunque no crezcan tanto como otras razas”, detalla Gerardo Noval.

Los sementales en los corrales.

Los sementales en los corrales.

Los ejemplares pasan tres meses de periodo de adaptación. Una fase en la que, según Noval, se aprecian las diferencias que se producen por los distintos manejos que se dan en Asturias. Así, en la zona de montaña los animales “son más fuertes, pero con menos peso”, entre 175 y 200 kilos. Los de la zona central, en cambio, “tienen pastos mejorados y llegan con un peso de 200 a 280 kilos”. Por último, en el Suroccidente “pasan más tiempo estabulados y se compensa con pienso desde el primer día, por lo que llegan con entre 280 y 320 kilos de peso”, explica.

Gerardo Noval revisa los sementales.

Gerardo Noval revisa los sementales.

Tras esta fase, en la que todos reciben el mismo alimento y cuidados, los pesos de los sementales se equilibran. Los grandes pierden kilos paulatinamente y los más delgados los ganan “poniéndose todos en el mismo rango”. Además del peso y la morfología, los animales se someten a otro tipo de pruebas como la evaluación del perímetro testicular, el área pélvica y la calidad seminal.

Se comprueba que los testículos estén en buenas condiciones y tienen que tener un diámetro de más de 30 centímetros a los 14 meses. Así, los sementales con estas características dan hijas “más precoces en el ciclo reproductivo y entre partos”, detalla.

Dos toros de la fase final de selección.

Dos toros de la fase final de selección.

La pelvis debe tener más de 11 centímetros de altura y anchura y con estos parámetros se consiguen hembras “con más facilidad para el parto”. En la prueba seminal se analiza el comportamiento y viabilidad de los espermatozoides, en el que con un 50 por ciento de ellos normales se considera viable. 

Cuando terminan las pruebas de selección, los animales tienen 14 meses. Y tan solo los tres mejores se destinarán como sementales al Centro de Inseminación de Cenero. El resto se subastan en las diversas citas ganaderas que organiza Aseava por toda España, con presencia de ganaderías de la raza prácticamente en todas las comunidades autónomas, excepto en Cataluña y Valencia.

Uno de los sementales.

Uno de los sementales.

Esta selección de los sementales ha cambiado mucho la reproducción de la asturiana de los valles. Hace 20 años, precisa Noval, se inseminaba con los sementales de Cenero el 40 por ciento de las crías de la raza mientras que ahora son solo el 16 por ciento. "Esto es porque al subastar los animales, vuelven a las ganaderías como sementales y los ganaderos ya tienen un macho o alguno más para las montas", concreta.

Así es cómo se escogen los mejores machos de asturiana de los valles para que la raza siga creciendo en calidad genética y siendo uno de los linajes ganaderos más apreciados por el sector cárnico. Todo desde Llanera.