El laboratorio de Lucus Asturum, así se reconstruye en Llanera el pasado romano de Asturias

Un trabajo multidisciplinar hace posible la localización y correcto tratamiento de los hallazgos antes de su envío al Museo Arqueológico o al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que se ocupará de algunos materiales orgánicos

La excavación en el yacimiento romano de Lucus Asturum finalizará en unos días, aunque aún se seguirá trabajando en el laboratorio, para clasificar piezas y dar a todo lo encontrado el orden y la identificación que requiere antes de su envío al Museo Arqueológico de Asturias. La labor posterior a los hallazgos y la previa a su entrega al museo o a otras instituciones es ardua y también apasionante cuando, por ejemplo, se logra, reconstruir alguna pieza que había aparecido en fragmentos, muchas veces dispersos y que solo la pericia de los expertos consigue poner en relación y volver a unir.

LA NUEVA ESPAÑA de Llanera ha entrado en el laboratorio de Lucus Asturum para conocer cómo trabaja y cómo se conservan las piezas que se extraen del lugar. Lo que sigue es una síntesis de algunos de los pasos que se siguen a partir de un hallazgo en el yacimiento.

-El material orgánico, al CSIC. Entre los hallazgos hay materiales orgánicos, como las maderas, no solo estacas, sino también mangos de herramientas o superficies quemadas, que se depositan en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Tienen que estar en un ambiente controlado, no podemos usar biocidas porque afecta a las piezas y estas deben conservarse en un laboratorio estanco. María Martín Seijo se va a hacer cargo de todo el estudio del material orgánico. Ahora mismo ella es una de las personas con más experiencia a nivel internacional", explica la arqueóloga directora de la excavación de Lucus Asturum, Esperanza Martín.

-Un equipo de restauración en Lugo. En un local cedido por el Ayuntamiento de Llanera se ha establecido el grupo que trabaja con la ordenación y las labores de primera conservación de los materiales no orgánicos que salen del yacimiento. Se trata de piezas cerámicas en gran parte -también hay algunas metálicas-, conforman el grueso de los hallazgos durante el trabajo de campo y luego se llevarán al Arqueológico.

"En el laboratorio de Lugo se trabaja con todos los materiales cerámicos o los orgánicos que no sufren (deterioro). Después de hacer el cribado, conservamos, por ejemplo, en agua destilada, para que no haya crecimiento biológico dentro de las muestras. Hay tres restauradoras que, según se va excavando, van recibiendo el material", señala Martín.

Una de las piezas, en el laboratorio.

Una de las piezas, en el laboratorio. / P. T.

-Las condiciones del pozo y los cribados. En el pozo del yacimiento han aparecido piezas como un anillo o una suela de calzado romano. En el lugar donde se conservaron durante tantos siglos hay unas condiciones determinadas que han hecho posible que llegaran a nuestros días en buen estado.

"El pozo tiene un suelo de tégulas, que funciona como decantador, lo que implica que toda la zona inferior a ese suelo está rellena limos, que hace que atrape de una manera completa y además en un estado anaerobio total, lo que nos permite la conservación de todos estos materiales de los que estamos hablando", comenta la arqueóloga.

El anillo aún no está restaurado , en tanto, está en agua y guardado en las mismas condiciones que ha tenido durante dos mil años en el pozo. La suela de calzado romano está en condiciones frigoríficas hasta que también pueda restaurarse. "Se encontraba en una bolsa de agua, bajo el suelo de tégulas del pozo", explica Esperanza Martín.

"La persona que tuvo que entrar durante la construcción o una de las limpiezas del pozo dejó parte de su calzado en el interior. Es un pozo que siempre ha tenido agua, de hecho sigue funcionando exactamente igual que hace dos mil años", añade.

Fragmento de cerámica decorada de la excavación de Lucus Asturum.

Fragmento de cerámica decorada de la excavación de Lucus Asturum. / P. T.

Los hallazgos están aportando "gran información ambiental, económica, así como biológica del contexto de Lucus Asturum". "Resulta significativa la presencia de materiales orgánicos, como restos de madera conservados gracias a la total anoxia del ambiente cerrado del pozo. Entre los restos faunísticos recolectados se cuenta con individuos bovinos, lagomorfos, roedores, huevos, reptiles, anfibios o cascaras de huevo, entre otros", explica la directora de la excavación.

"De manera simultánea a la excavación del interior del pozo se han llevado a cabo labores de flotación y cribado en agua de los sedimentos del pozo mediante diferentes tamices, donde se depositan según el tamaño de estos y se realiza una recolección de los elementos que se pueden identificar a simple vista, como restos de fauna, para ser debidamente clasificados, procesados y envasados en el laboratorio. Cabe señalar que los resultados preliminares son prometedores ya que se han obtenido muestras faunísticas, carpológicas, entre otras, piñas, castañas o nueces", añade.

Dibujo, fotogametría y cronoestratigrafía. "El laboratorio de restauración de Lucus Asturum realiza en paralelo al campo intervenciones de estabilización sobre las piezas más frágiles antes de llevarlas al museo. El trabajo de consolidación y restauración implica el remontaje de muchas piezas para completar su estudio, dibujo y fotogrametría con el fin de revelar la cronoestratigrafía de las unidades excavadas. De manera excepcional, se interviene directamente en el campo para extracciones de objetos sensibles. Cualquier intervención en el laboratorio y en el campo siguen las normas europeas e internacionales de la profesión", refiere Martín en uno de los informes de síntesis sobre la tarea que se desarolla en el laboratorio.

Trabajo en el laboratorio.

Trabajo en el laboratorio. / P. T.

La presencia de materiales orgánicos conservados en ambientes anaerobios de cronología romana ha supuesto una necesidad añadida de conservación, posible gracias a la cesión por parte del Ayuntamiento de Llanera de instalaciones habilitadas a tal efecto, destaca la arqueóloga. "Se han realizado en el laboratorio de restauración de Lucus Asturum remontajes de cerámicas, adhesiones de fragmentos para su estudio, limpieza de monedas para su datación y estabilizaciones en caso de corrosión activa, embalajes de los objetos para su conservación y transporte. Cada objeto tratado en el laboratorio tiene un informe con imágenes antes, durante y después de la intervención. Todos los protocolos se llevan a cabo bajo la supervisión del Servicio de Restauración del Museo Arqueológico de Asturias", añade.

Detalle de piezas y fragmentos del yacimiento de Lucus Asturum.

Detalle de piezas y fragmentos del yacimiento de Lucus Asturum. / P. T.

Trabajo multidisciplinar. El proyecto de investigación de Lucus Asturum conjuga arqueología, restauración, análisis geofísicos, carpológicos, palinológicos o faunísticos. Y ello implica mayores garantías de éxito y acierto en resultados y conclusiones "para arrojar nuevos datos al desarrollo histórico de época imperial del centro de Asturias", destaca Martín en uno de sus informes.