Las baterías militares olvidadas de la guerra civil que Bonielles quiere recuperar para captar visitantes

La parroquia de Llanera aún conserva, medio derruidos y ocultos por la maleza, estos vestigios de la contienda en la finca de La Matiella

Vista de dos de las casamatas de arquitectura militar de la Matiella, en Bonielles, donde se aprecia su estado de absoluto abandono.

Vista de dos de las casamatas de arquitectura militar de la Matiella, en Bonielles, donde se aprecia su estado de absoluto abandono. / Lucía Rodríguez

Lucía Rodríguez

A comienzos de la Guerra Civil, fueron varios los enclaves elegidos por los republicanos para levantar las arquitecturas militares que les servirían para defenderse de los proyectiles del bando de los nacionales. En La Matiella, Bonielles, en el concejo de Llanera, se conserva una batería artillera de la época de la contienda que es única en Asturias por contar con sus tres casamatas de la techumbre, aunque fracturada.

"Las baterías militares que se conservan en Bonielles las construyeron los republicanos al comienzo de la Guerra Civil, en 1936. La gran mayoría de los que se establecieron allí eran mineros", recuerdan los vecinos de más edad. "Eran circulares, tenían una estructura de hierro fabricada con varillas de 12 milímetros de diámetro y las paredes y los techos eran de hormigón armado", añaden.

"El bando liderado por Franco no sabía por dónde ni de dónde les llegaban y eran incapaces de que ni una sola de sus municiones llegara hasta donde se escondían los fugitivos", relatan los vecinos. Uno de los ataques alcanzó la zona donde se ubican unas naves destinadas al ganado próximas al palacio de Villanueva, en San Cucao y propiedad del conde de Revillagigedo.

Tal era la curiosidad de los nacionales que, una vez finalizada la guerra, acompañados por la columna gallega que liberó a Oviedo, asediado desde el 19 de julio de 1936 hasta el 17 de octubre del mismo año, se desplazaron hasta la zona para conocer in situ de dónde salían los proyectiles.

Cuando la contienda hubo terminado, las casamatas fueron ocupadas por los gitanos del Carrillo, que estaban totalmente integrados en la parroquia.

Considerando el interés patrimonial de esta batería artillera, la Consejería de Cultura y Deporte declaró las construcciones Bien de Interés Cultural en el año 2013. Sin embargo, su estado actual es de completa dejadez y abandono. Es por eso, que desde la Asociación de Vecinos de Bonielles han solicitado reunirse con el concejal de  Cultura, Festejos y Turismo, Iván Pérez, para hablar sobre la posibilidad de acondicionar la zona para que se pueda visitar. "Se ha previsto una reunión para este mes de enero, en la que trataremos de analizar la situación y plantear posibles acciones a largo plazo, en caso de que sea competencia del Ayuntamiento, algo que aún está por confirmar", indica el edil.