El infortunio del llanerense que se despeñó en la playa de Tapia: resbaló al recoger un objeto, creen los testigos

El hombre paseaba con su mujer cuando se registró la caída, desde unos diez metros de altura

Tragedia en la playa de Tapia. El llanerense Salvador M. Á., de 86 años, falleció ayer al despeñarse por el acantilado de la cala de As Furadas, una de las muchas que integran el arenal del Anguileiro. Hasta el lugar del suceso se desplazó un equipo médico del centro de salud tapiego que solo pudo certificar el fallecimiento del varón. Una mujer que caminaba muy cerca del fallecido, en pleno paseo marítimo, explica que lo vio rodar por el acantilado, justo en una zona que no tiene valla. La hipótesis que manejan los vecinos es que se acercara demasiado a la zona acantilada para tratar de recoger algún objeto que se le había caído. Algunas personas consultadas hablan de que haya podido perder la gorra, sin embargo, este hecho está sin confirmar.

El fallecido residía en Pruvia (Llanera), si bien era visitante habitual de la villa tapiega, donde solía veranear con su mujer. Ambos acudieron este martes a pasar el día a la localidad, aprovechando que la mujer estaba de cumpleaños. Antes de coger el coche de regreso a casa, decidieron dar un paseo por la senda marítima, una caminata que acabó en desgracia.

Los testigos que transitaban por la zona aprovechando la soleada jornada de ayer explican que el hombre caminaba unos metros por delante de su mujer, que, añaden, no le vio caer. "¿Dónde va este hombre?", preguntó preocupada al llegar a su altura y no verle en el paseo. Fue entonces cuando fue consciente de la caída y bajó hasta al arenal para intentar socorrerle. Los efectivos médicos desplazados al lugar del suceso tuvieron que darle atención cuando fue consciente de lo ocurrido.

"¡Qué fatalidad!", no paraban de repetir los vecinos que se fueron aproximando al lugar del suceso, conscientes del infortunio del fallecido. "Justo en esta zona no hay barandilla", comentaba una mujer, aunque otros testigos indican que el hombre habría sobrepasado la zona en la que está colocada la barandilla, posiblemente sin ser consciente del riesgo de caída. "Quizás resbaló y ya no pudo frenar", opinaba otro vecino. Unos y otros lamentaron la "mala suerte" de este hombre.

El Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias recibió el aviso poco antes de las seis de la tarde. De inmediato, se movilizó un amplio operativo de rescate. Los primeros en llegar a la zona fueron los sanitarios del centro de salud de Tapia, que solo pudieron certificar el fallecimiento del hombre. Todo apunta a que murió en el acto a consecuencia de los golpes sufridos en la severa caída, de una altura aproximada de entre ocho y diez metros.

El equipo médico desplazado desde el centro de salud de Tapia anuló entonces al helicóptero medicalizado que iba a acudir al rescate del fallecido. En el lugar del suceso se quedaron efectivos de Bomberos de Asturias, con base en Barres, y agentes de la Guardia Civil. El levantamiento del cadáver se produjo poco antes de las ocho de la tarde, después de que el forense lo autorizara. Los bomberos y los agentes de la Guardia Civil se ocuparon de trasladar el cuerpo una vez tuvieron la autorización del forense. La operación no estuvo exenta de dificultad, ya que la playa de As Furadas no tiene acceso rodado en marea alta, así que el cuerpo tuvo que sacarse por las empinadas y estrechas escaleras de acceso peatonal al arenal.

El suceso generó una gran conmoción en la villa, ya que se produjo a media tarde, en un momento de mucha afluencia por el paseo marítimo de la villa. Se trata de una de las zonas más transitadas de Tapia, especialmente en jornadas de buen tiempo como la vivida este martes.