Una Virgen milagrosa en Lugo: esta es la historia del templo llanerense de Santa María

La iglesia, vinculada antaño a un monasterio, fue importante centro de peregrinaciones de los devotos asturianos

Procesión en Lugo de Llanera, en una imagen de archivo

Procesión en Lugo de Llanera, en una imagen de archivo / LNE

Faltan apenas dos meses para la fiesta grande de Lugo de Llanera, bajo la advocación de Santa María, y los vecinos se echarán de nuevo a la calle para honrar la tradición. Una costumbre ancestral cuyas raíces se hunden muy atrás en el tiempo, con una historia antigua vinculada a un santuario al que los fieles acudían ataviados de penitentes para pedir favores a la patrona, con fama de milagrosa.

Así, tal y como consta en numerosos documentos custodiados por el párroco, José Antonio Bande, la iglesia de Santa María de Lugo de Llanera no fue solo un templo parroquial, para el servicio de los feligreses, "sino también un santuario, donde acudían, demandando gracias, no solo los vecinos, sino también fieles de otras partes", reza en las publicaciones. Esta devoción, además, "existió floreciente hasta los tiempos de la Guerra Civil en 1936".

Según los documentos que se conservan, a finales del siglo XI existiría ya la Iglesia de Santa María de Lugo junto a un monasterio benedictino, que fue feudo y propiedad del convento de San Vicente de Oviedo hasta los tiempos de la desamortización del siglo XIX. Entre los años 1735 y 1743 se construyó la iglesia neoclásica hoy desaparecida sobre la iglesia de origen medieval, que se hallaba ubicada en Castañeda, cerca de Pando. Y en ese mismo lugar se habría levantado en el siglo XVIII el templo que fue destruido en la Guerra Civil.

Tras las penurias de la contienda, en 1942 tuvo lugar la inauguración de la actual iglesia en su ubicación actual gracias a la suscripción popular, con donativos extraordinarios y sobre "con el dinero donado por el Cuerpo de Aviación, en atención a que el aeródromo de La Morgal en construcción se halla en terrenos de esta parroquia", consta en otros archivos.

Los testimonios de fieles que se custodian en el templo parroquial también dan fe de la importancia del culto en este espacio desde tiempos antiguos. Así, Florentino González, nacido en 1905 en Castañera, recordaba cómo "venía mucha gente en peregrinación con promesa y vestida con el hábito de la Virgen". Y las fiestas eran un derroche de alegría: "Desde la tribuna se subastaba el ramo con pan de escanda, jamones y otras cosas ofrecidas por los devotos". Y también había "música, repique de campanas, hoguera, una bonita iluminación veneciana, variados fuegos artificiales, profusión de cohetes y bombas de diferentes colores y efectos", según las crónicas de finales de 1800. Tras la misa, se celebraba "la procesión, recorriendo el hermoso campo que rodea el templo, con blandones encendidos, la música a la cabeza, y los fieles que allí se presentan con hábitos diferentes a dar gracias y ofrecer el homenaje debido a tan milagrosa imagen, por los favores dispensados".

Por ello no cabe duda de que la iglesia fue "un centro de peregrinaciones", como afirmaba el párroco Pedro Castaño, que ejerció muchos años en Cayés, beneficiado por la devoción a una Virgen famosa por dispensar sus milagros y bendiciones a sus devotos.

La imagen actual acaba de ser restaurada, y este año lucirá en todo su esplendor en las celebraciones patronales, previstas para mediados de agosto.