Mucho hay por descubrir, además de costa, mar y salitre, en el libro de Manuel Sieres. En estas cuatro rutas en concreto, y siguiendo la dirección de Oriente a Occidente, algunas de las recomendaciones de este autor son, por ejemplo, en la ruta por Llanes, el conjunto histórico-artístico con muralla del siglo XIII de la villa y toda su preciosa arquitectura indiana, el palacio de Posada Herrera o el de los duques de Estrada, que está en ruinas por un incendio en 1809. Ver igualmente los Cubos de la Memoria en la zona de la escollera del puerto, obra de Agustín Ibarrola. Visitar en Porrúa el Museo Etnográfico del Oriente de Asturias.
En Villaviciosa hay que conocer el pueblo de Sietes, con un importantísimo número de hórreos y paneras. La fábrica de sidra El Gaitero ofrece visitas guiadas. Se encuentra a la orilla de la ría, saliendo de la villa hacia Rodiles.
Tazones, puerto marinero con mucho encanto, invita a recorrer sus callejas y a disfrutar de la fotografía. Desde allí se puede subir hasta la zona del faro, donde hay unas vistas muy guapas del puerto y del entorno.
En el concejo de Cudillero, el propio puerto, de visita ineludible, además de una visita guiada al palacio Selgas, en El Pitu. Una excursión de interés es a las brañas vaqueiras saliendo de la localidad de San Martín de Luiña hacia Brañaseca y Busfrío.
El Cabo Vidio y su faro también son lugares muy guapos. Llegados a Ballota hay que subir hasta la ermita de San Roque, desde donde hay unas vistas privilegiadas de toda la zona. La subida está señalizada en la rotonda de entrada al pueblo.
Puerto de Vega es de visita obligada antes o después de hacer la ruta que parte de la playa de Barayo. Es un puerto precioso y lleno de historia como puerto ballenero. Allí murió Jovellanos en 1811. En la parte alta está la ermita de La Atalaya. También hay que visitar aquí la iglesia de Santa Marina. En Navia, en la zona central, está la iglesia de Nuestra Señora de la Barca, con obras del pintor Álvaro Delgado, hijo adoptivo de Navia.
