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¿Por qué es tan importante la conexión a internet en Asturias? Ganaderos, empresarios, estudiantes y turistas lo explican

El teletrabajo abre una oportunidad en zonas despobladas solo si la conexión es buena

Una instalación de fibra óptica en Avilés.

EVA NORIEGA ALVAREZ, 24 años. Ilustradora. Realizó un ciclo formativo superior de Animación en dos y 3-D en Zaragoza. Vive en Alles (Peñamellera Alta), donde nació. La falta de fibra y la malísima conexión que tiene a internet hacen muy difícil su desarrollo profesional.

"Me está costando muchísimo abrirme camino aquí. No tenemos fibra y va todo lentísimo. Si no puedo subir un video de un minuto a Instagram me puedo olvidar de tener un canal de Youtube o hacer directo en streaming porque no me lo lleva la conexión". Añade: "nos hemos conformado con que a los pueblos todo llega tarde y mal, no tenemos cobertura pero no pasa nada, y luego quieren que los jóvenes nos quedemos en los pueblos. Me encanta vivir en Alles, es mi lugar en el mundo, pero ¿cómo quieren que monte un negocio, viva de mi trabajo o gestione una tienda on line si me puse a abrir un video en youtube, mi madre descolgó el teléfono y se colgó el video? Es surrealista. Me gusta muchísimo mi pueblo pero van a terminar obligandome a irme porque estoy muy cansada".

CAMI BADA propietaria y cocinera del bar restaurante Casa Alfonso en Oceño (Peñamellera Alta). Lleva toda su vida al frente de este local en el pueblo que limita con Cabrales, al que se llega, por ejemplo, desde Arenas en dirección a las Peñamelleras. "No hay cobertura de ningún tipo. Para tener un poco pusimos un aparato para la wifi y el teléfono y, al principio, nos iba muy bien pero luego lo puso más gente en el pueblo y ahora es como si no lo tuvieras. El técnico me dijo que las antenas colapsan". Tiene pérdidas por los problemas con el teléfono para llamar y realizar las reservas. "Puse la wifi para que la gente pagara con tarjeta pero todo el sistema va con el teléfono y muchas veces no da señal a quien llama y parece que está estropeado, o bien se corta a mitad de conversación. Puede estar un día entero sin funcionar. Un desastre. Estoy pensando en quitar el datáfono y volver al teléfono de siempre porque esta situación me está llevando a perder comidas de quienes me llaman para reservar o encargar. Andan con lo de la España vaciada y lo normal es que ya nos hubieran puesto algo de cobertura, que tampoco estamos en el fin del mundo".

ESPERANZA CONDE GALLINAR, preside la Parroquia Rural de Sobrefoz (Ponga). Hay zonas en su concejo donde no hay, dice, ni cobertura para el 112. "En concreto entre Sellaño hasta el balneario de Mestas y desde Sobrefoz hasta Ventaniella. El otro día un chaval fue con el coche hasta Ventaniella, cogió la moto para ir a ver las vacas y cuando volvió tenía el coche incendiándose. Tuvo que marchar con la moto a buscar zona de cobertura para llamar a vecinos, 112 y bomberos para que subieran. Afortunadamente no pasó nada grave". También hay nula o escasa cobertura "en el bosque de Peloño, una de las zonas con más turismo. Te adentras en el bosque y hasta que no llegas a una determinada zona alta, encuentras cobertura casi por casualidad, y muy poca".

AURELIO LÓPEZ y su mujer Irene Sampedro, al frente de su queseria Picu Urriellu, están en el pueblo de Pie de la Sierra, en el Valle Oscuru (Llanes), donde la fibra pasa por su propiedad y no cuentan con ella. Explica López: "nosotros tenemos wifi. La fibra, de Movistar, pasa desde Pendueles a La Borbolla y nosotros no tenemos acceso a ella cuando tenemos tres de sus postes en una finca nuestra. Según ellos estamos fuera de linea. Hay vecinos que tienen segunda residencia y todos con fibra y el único negocio del valle, sin ella". Ya se ha quejado seis veces a Movistar y al propio ayuntamiento sin recibir solución.

"Es desesperante la lentitud a la hora de trabajar con internet porque necesitamos bajarnos documentos que se nos piden para el trabajo. La última vez batimos el record: bajarnos los papeles de una página oficial tardó tres días. Muchas veces no entran los correos o no te cargan. Desesperante".

ANA ROZA IGLESIAS Directora gerente de la Editorial Delallama vive y trabaja en el pueblo de San Pedro, en Ribadesella, donde aún no han metido la fibra. "Tenemos dos problemas diferentes en esta zona. Al no haber fibra la conexión se relentiza mucho y para realizar mi trabajo, es un problema grande. Estás mandando fotos a la imprenta y tarda un montón, y no digo ya nada si se trata de enviar un PDF de un libro. A veces incluso hasta se atasca el correo. El otro problema es que, ademas en verano, cuando llega tanto turismo, se colapsa más. Tendría que haber fibra ya en todos los pueblos".

ALFONSO MENÉNDEZ GARCIA, encargado de la planta de Aguas de Somiedo, sufre también las consecuencias de la mala o nula cobertura en Puente de Río de Bobia, donde están las instalaciones, un kilómetro más arriba del pueblo de Veigas, en Somiedo.

"La cobertura es muy mala. Me afecta para todo: cuando tienen que traerme materiales, cuando vienen los camioneros a cargar y para el servicio de paquetería. Muchos vienen con la geolocalización de sus vehículos y se pierden cuando se quedan sin cobertura, al acercarse a la planta. El alto de la Farrapona tiene cero cobertura".

JOSÉ MANUEL GARCÍA GONZALEZ, joven emprendedor de Cangas del Narcea y que dirige Bosque Activo, una empresa de turismo y de avistamiento del oso en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Ibias y Degaña, explica que "una parte de la gente que viene a descansar aprovecha algún momento para teletrabajar o atender llamadas telefónicas mientras el resto de su familia está en una actividad de avistamiento, y no pueden hacer nada", explica.

En Monasterio de Hermo, o en zonas como Cibea, Sonande etcétera, la cobertura es nula, matiza. "Nos afecta para trabajar porque somos dos y vamos por lugares diferentes para si uno ve el oso antes que el otro, que le avise para poder mostrarlo. Como no hay cobertura tienes que ir por el bosque caminando hasta donde está tu compañero, que pueden ser kilómetros, para decirselo y cuando vuelves no hay nada. Hay viajeros que me piden que vayamos a zonas donde hay cobertura aún avisándoles que ahí tendremos menos posibilidades de avistamientos", explica.

ELÍAS GARCIA que junto a su mujer, Laura González, regentan en Monón (Allande), el alojamiento rural Casa Corral, destaca el problema que tienen para realizar pagos, transacciones y papeleo administrativo en modo y forma. "No tenemos cobertura. Las reservas se hacen por la web o a través de portales, ahora bien, hoy la banca funciona por internet: pagos, transferencias y demás te envían un código por teléfono, por seguridad, con validez de pocos minutos, y tienes que salir con el coche a buscar un lugar con buena cobertura para poder cumplimentar estos trámites. Todo el mundo está acostumbrado a llamar a un móvil y que alguien te contesta al otro lado. Aquí no. Hasta hace dos meses tuvimos internet vía satélite y lo quitamos. Ahora tenemos una compañía que es la cooperativa Sextaferia. Va razonablemente bien y es bastante más barato que las comunicaciones por satélite, pero es lo que hay".

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