La andropausia deja atrás tabúes y vergüenzas

A partir de los 40 años entre el 2% y el 6% de los hombres sanos sufre déficit de testosterona

Un hombre corriendo.

Un hombre corriendo. / Olga Pereda

Olga Pereda

A partir de los 40 años, los varones sanos van perdiendo testosterona a un ritmo anual de entre el 0,4% y el 1%. Es normal y para la inmensa mayoría no supone ningún problema. Sin embargo, hay casos en los que el déficit de esta hormona puede estar asociado a muchos síntomas y ser motivo de consulta médica. Se le conoce con el nombre de andropausia.

1. ¿Qué es la andropausia?

La andropausia es un término popular. El científico es hipogonadismo del varón. Un bajo nivel de las hormonas de las gónadas, explica el urólogo Juan Manuel Corral, secretario general de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA). Entre el 2 y el 6% de los hombres sanos con edades comprendidas entre 40 y 80 años la sufren e incluye síntomas específicos. Por ejemplo: pérdida de masa ósea y muscular, alteraciones en el estado anímico y en el humor, e incluso sofocos. Hay consecuencias en la esfera sexual: reducción del deseo y dificultades para tener o mantener la erección.

2. Enfermedades asociadas

En los hombres aquejados de determinadas dolencias, el porcentaje aumenta de manera considerable y llega, por ejemplo, a un 42% en el caso de los diagnosticados con diabetes tipo 2. Otras enfermedades en las que la andropausia se puede disparar son la obesidad, la hipertensión, el colesterol, los problemas pulmonares y también los cardiacos.

3. Adiós al tabú gracias a la Viagra

El doctor Corral explica que desde que irrumpieron en el mercado tratamientos como la Viagra, los hombres se atreven a realizar muchas más consultas sobre medicina sexual. "El 30% de las disfunciones eréctiles están asociadas con bajos niveles de testosterona".

4. Consultar, el primer paso

El doctor Corral anima a estos pacientes a preguntar siempre a su médico de cabecera, que será quien les derive a un especialista en urología o a una unidad hospitalaria de andrología, la subespecialidad que estudia la medicina sexual y reproductiva del varón. El responsable de ASESA pide ser muy cauto para no caer en manos de cualquier médico que recete alegremente suplementos de testosterona. "La testosterona no puede ser café para todos".

5. Los tratamientos, personalizados

Lo primero que debe tener un paciente con andropausia es un buen diagnóstico, para descartar otras enfermedades, como cardiopatía o cáncer de próstata o mama. Los tratamientos, que requieren un exhaustivo control facultativo, deben ser personalizados. Antes de recetar suplementos de testosterona, el médico debe analizar desde el peso hasta los niveles de azúcar o el perfil óseo del paciente y verle posteriormente cada tres meses para comprobar que todo está yendo bien.

6. Riesgos de los suplementos

El secretario general de ASESA advierte de los peligros que implica suplementarse testosterona fuera del ámbito médico. "Hay jóvenes de 25 a 30 años que se inyectan con testosterona de uso veterinario para aumentar su masa muscular y tener mejor aspecto físico. Lo que están haciendo es castrarse porque un efecto de ese producto es la inhibición de la producción de espermatozoides".

7. Relación con la disfunción eréctil

La diabetes, las enfermedades pulmonares y los problemas vasculares están relacionados con la disfunción eréctil y, a veces, puede darse también un déficit de testosterona. El 30% de los casos de disfunción eréctil están asociados con bajos niveles de la hormona masculina. El actual modelo sexual centrado en el coito (identificar penetración con relación sexual) y con imágenes irreales de erecciones que duran media hora no ayudan a estos pacientes. Corral recomienda un trabajo multidisciplinar con un profesional de la psicología y la pareja del paciente.

8. El tabú que persiste: infertilidad del varón

Derrotado el tabú de la andropausia, queda por derrumbar el de la infertilidad masculina. "¿Por qué una pareja que no puede tener hijos acude a un ginecólogo?", A nivel mundial, el 15% de las parejas son infértiles y en un 50% la causa es el esperma y no los ovarios. Hay que ir a un andrólogo.

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