Campo de Caso,

Elena PELÁEZ

Las obras que completarán el saneamiento del alto Nalón siguen esperando. La actuación, que evitará que nueve pueblos de Caso sigan vertiendo directamente sus aguas residuales a los embalses (Tanes y Rioseco) que abastecen a la zona centro de Asturias, aún no se han iniciado cuando se cumplen seis meses de su adjudicación, que llegó un lustro después del compromiso adquirido por el Gobierno regional. La Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras no podrá cumplir, de esta forma, el último plazo fijado, que apuntaba a mediados del próximo año para la conclusión de los trabajos. Ésa era la fecha prevista en diciembre de 2009, cuando el Principado adjudicó la obra de saneamiento, que tiene un plazo de ejecución de 18 meses. Su presupuesto es de 9,1 millones de euros, una cifra inferior en más de 5 millones al precio de licitación, que ascendía a 14,3 millones.

Las tareas no se han iniciado aún por diversos problemas administrativos al necesitar permisos de la Dirección General de Carreteras y de vecinos afectados que deben permitir el paso por sus fincas, aunque se espera que arranquen en breve. Las aguas residuales de los nueve pueblos casinos, en los que residen 1.024 habitantes siguen, por el momento, desembocando en unos pantanos en los que el Principado rechaza el uso lúdico amparándose en que es incompatible con la preservación de la calidad del agua, tal y como ha defendido el consejero de Medio Ambiente, Francisco González Buendía, en anteriores ocasiones. El Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) respalda la oposición del Ejecutivo autonómico.

Días atrás, el secretario general del SOMA-FIA-UGT, José Ángel Fernández Villa, reiteró su apoyo al uso lúdico de los pantanos, una propuesta que también defienden los ayuntamientos del alto Nalón. Caso y Sobrescobio pretenden construir puertos deportivos en los embalses de Tanes y Rioseco para aumentar el tirón turístico del parque natural de Redes, excluyendo embarcaciones a motor para preservar el agua. La prohibición del baño y del uso de embarcaciones en los dos embalses del Alto Nalón entró en vigor en el año 1996, coincidiendo con la creación del parque natural de Redes. Las cautelas del Principado para permitir un uso lúdico y deportivo de los pantanos, alegando un posible perjuicio a la calidad del agua, chocan con el hecho de que los pueblos sigan vertiendo a las presas. Por otro lado, la Confederación Hidrográfica acometió en 2005 la limpieza de los pantanos tras las denuncias de los representantes municipales, que habían comparado los embalses con «cloacas» por la suciedad que almacenaban. Los vecinos también han alertado en ocasiones puntuales de la aparición de animales muertos.

La próxima semana, la Junta del Principado, a propuesta del PP, debatirá el uso deportivo de los pantanos del alto Nalón. Los populares abogan por permitir el baño e impulsar actividades relacionadas con la «pesca, el piragüismo o los deportes de vela, ya que la navegación que no sea a motor no tiene por qué influir negativamente en la calidad del agua». Antes del posicionamiento del PP, José Ángel Fernández Villa había apostado por abrir los pantanos de Tanes y Rioseco al uso lúdico. El líder sindical puso como ejemplo embalses de abastecimiento que permiten usos deportivos, como el de Orellana La Vieja, en Badajoz. Los pantanos madrileños de El Atazar y Valmayor también compatibilizan el uso lúdico y el abastecimiento de agua potable. En ellos se pueden ver embarcaderos, pantalanes, veleros o piraguas.

Por otro lado, un estudio realizado por la Cámara de Comercio de Oviedo en 2005 analizó la riqueza que generaría el uso lúdico de los pantanos. Tomando como referencia la construcción de un hotel ligado al embalse de Tanes, de 180 plazas, y un restaurante se podrían generar 2,6 millones de euros anuales. Para lograr estos números la ocupación media del hotel debería llegar al 50 por ciento y el gasto diario del visitante (con actividades deportivas incluidas) llegar a los 100 euros.