Blimea, E. PELÁEZ

Partido Popular (PP) e Izquierda Unida (IU) urgen al Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio y al Principado a que decidan cuál de las dos administraciones se hará cargo de la urbanización del entorno de las 43 viviendas protegidas construidas en la avenida de Bimenes de Blimea. Las obras del edificio, que se financiaron con fondos mineros dentro del plan de vivienda joven de San Martín para asentar población, concluyeron hace seis meses y desde entonces los pisos están vacíos al carecer de aceras.

Los portavoces municipales del PP, Fernando Carrio, e IU, Julio Antuña, reclaman celeridad a los gobiernos local y regional para decidir quién se hace cargo de la construcción de las aceras. En el mandato pasado, con gobierno de PSOE-IU en Asturias y del PSOE en San Martín, se había llegado a un acuerdo que planteaba que el Consistorio urbanizaba el entorno y el Principado le cedía el bajo, que sería destinado a biblioteca. Ésa es una de las opciones que los nuevos gobiernos valoran ahora junto con otra alternativa, que sea el Ayuntamiento el que concluya la obra y que adquiera ese espacio del inmueble.

El PP califica de «increíble» que los gobiernos local y regional «no hubiesen recogido en el convenio para desarrollar este proyecto las cláusulas que especificasen a quién correspondía cada actuación». «No vale hacerlo de palabra, hay que dejar claro en qué condiciones se van a construir las viviendas protegidas», aseveró Fernando Carrio.

El portavoz municipal del PP advierte de que «se podría llegar a un contencioso» entre Ayuntamiento y Principado, lo que podría añadir aún más retraso «a los meses que transcurrieron desde que concluyó la construcción del edificio». «Lo más lógico es que estas decisiones estén tomadas de antemano, antes de empezar a desarrollar el proyecto, y si no es así por lo menos antes de que finalice la obra», subrayó Fernando Carrio. Ahora, añadió, «estamos en período electoral y pasarán al menos dos meses» hasta que las dos administraciones puedan sentarse de nuevo a hablar sobre el asunto.

El alcalde de San Martín, Enrique Fernández, había resaltado que la negociación entablada con el Principado se había visto «paralizada» como consecuencia de la destitución de la directora general de Vivienda, María López Castro. El regidor defiende, asimismo, la importancia de que se reanuden las conversaciones lo antes posible para concluir los trabajos en el edificio de la avenida de Bimenes de Blimea.

Mientras se llega a un acuerdo, afirmó Carrio, «las viviendas están vacías y con peligro de que el edificio se deteriore». El gobierno local, concluyó el edil popular, «está centrándose en cuestiones locales, pero no en proyectos fundamentales» para el concejo.

El portavoz de IU, Julio Antuña, pide una «solución provisional» hasta que las administraciones local y regional lleguen a un consenso. «Pedimos que al menos se acondicione, porque da mala imagen», dijo el concejal de la coalición. Antuña abogó por mantener el acuerdo existente en el anterior mandado, por el que el Consistorio corría con la urbanización y a cambio recibía del Principado los bajos.

«Al final la mala avenencia del Principado y el Ayuntamiento perjudica a los vecinos», señaló el portavoz de IU en el Consistorio, que considera necesario que «se llegue a un entendimiento pronto». «Tienen que dejar de marear la perdiz», manifestó. Antuña espera que la situación generada «no sea excusa para no poner en marcha el edificio, que está terminado desde hace varios meses».

IU demanda, asimismo, al equipo de gobierno municipal que clarifique la «situación en la que se encuentra el proyecto de traslado de la biblioteca de Blimea». La pretensión del gobierno local en el anterior mandato era ubicar en los bajos del edificio de las viviendas protegidas de la avenida de Bimenes los volúmenes que se guardan en el centro social y habilitar un centro de estudios. «Pediremos al Alcalde información sobre sus previsiones para acometer esa actuación», remarcó Antuña.

La construcción del edificio de viviendas protegidas, de cinco plantas y bajocubierta, tuvo un presupuesto de 2,3 millones de euros. La obra concluyó hace seis meses. Los 43 pisos serán destinados a la venta con preferencia para los jóvenes. Su superficie oscila entre los 55 y los 76 metros cuadrados y tienen de uno a tres dormitorios.