La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Motor

El primer asturiano en un Dakar

Javier Álvarez correrá en enero en moto la mítica prueba, que se desarrollará en Perú "Es un sueño cumplido, hace años me parecía impensable", dice el moscón, que trabaja en una empresa de protección contra incendios

Durante el Rally Merzouga, en Marruecos.

Oviedo, Xuan FERNÁNDEZ

Hace cinco años parecía algo inalcanzable. Una de esas gestas que se veían por televisión y copaban las portadas de los periódicos. Hoy, tras cuatro años de esfuerzo y preparación casi exclusivos, es ya una realidad. Javier Álvarez, moscón, 40 años recién cumplidos, hará historia el próximo mes de enero. El piloto viajará a Perú, se subirá a su moto (una KTM 450 Rally Replica) y se convertirá en el primer asturiano en la historia en competir en el Dakar 2019, el segundo acontecimiento más importante del mundo del motor tras la Fórmula Uno, que empezará en enero y alcanzará su 41º edición. Esta noche, en el Llagar de Colloto, (21.00 horas), tiene lugar su presentación oficial con todos los patrocinadores, un total de 28 antes de partir a Perú en apenas dos meses. "Correr en el Dakar es el sueño de mi vida. Hace meses parecía imposible y ahora me lo imagino todos los días", explica el asturiano, lleno de ojeras por el cansancio por los últimos preparativos, pero con la luz en la cara del que sabe que está a punto de embarcarse en una experiencia que recordará toda su vida.

El moscón será el primer asturiano barón en embarcarse en la dura aventura, ya que la gijonesa Covadonga Fernández, afincada en Venezuela desde adolescente, fue la primera nacida en el Principado en competir en el Dakar 2016 subida a un quad.

La vida de Javier, que no es piloto profesional, sino que trabaja en una empresa de protección contra incendios en Grado, ha estado siempre unida a una moto. "Con 13 años empecé con una de 75 y cuando cumplí 18 participe en el Campeonato de Asturias mientras trabajaba. Tenemos mucha afición por el motor", dice.

El Dakar, como cualquier apasionado del motociclismo, siempre estuvo en su mente, pero todavía era algo muy lejano. Más aún cuando la actividad motera de Javier tuvo un parón de ocho años, después del fallecimiento en un accidente de "Lelo", uno de sus mejores amigos. "Él, de un modo u otro, también estará presente cuando arranque en Perú". Álvarez volvió al ruedo en 2012 y, dos años después, en el Maroc Desert, una competición en Marruecos de siete etapas de 1.500 km, ya visualizó a ver el Dakar como una posibilidad. "Me vi bien compitiendo y conocí a dos pilotos madrileños, José María García y Manuel Vicente. Observe que haciendo pequeñas cosas es posible cumplir un sueño". Y se puso manos a la obra, cuatro duros años de preparación deportiva y económica. Porque para poder acudir al Dakar es necesario completar un Currículum Deportivo a base de competiciones y conseguir financiación. "Me ocupó mucho tiempo todo el tema económico, llamar a pequeñas empresas. Las redes sociales, por ejemplo, son muy importantes para captar patrocinadores. Son pequeñas cosas que te van quitando tiempo". Ahora, a Álvarez le queda el 20% del presupuesto para conseguir el sueño,-simples trámite-, y desde hace dos meses ya tiene la moto con la que competirá, comprada de segunda mano, que le ha costado unos 20.000 euros. "Mi familia está muy contenta, saben que es mi sueño. Mi madre no para de bendecir la moto con agua bendita", bromea el piloto. El objetivo de Álvarez en el Dakar, que correrá en solitario junto con treinta pilotos, en la llamada "categoría original", no es otro que lograr finalizar la prueba. "Tengo la cabeza amueblada, no soy una persona de correr riesgos. Mi mente está en acabar la carrera, pero sin estridencias. Si en alguna etapa estoy cansando pararé a resetear la mente", promete.

Con dos meses por delante antes de partir hacia Perú (el Dakar se celebra en Sudamérica desde que se canceló la edición de 2008 por amenazas terroristas) Álvarez ve recompensado su esfuerzo, aunque ve complicado poder repetir en un segundo Dakar: "Ha sido mucho sacrificio y privarse de muchas cosas, sobre todo en lo económico. Si un equipo me lo planteara me lo pensaría, pero será difícil que vuelva a embarcarme en una aventura así", dice. Álvarez apura sus últimos días en Grado antes de viajar a Perú. Allí tendrá por delante 5.300 kilómetros para recorrer en diez etapas. Vivirá una aventura, vivirá el Dakar.

Compartir el artículo

stats