La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Gijón decretó ayer la prisión provisional, comunicada y sin fianza para José Manuel Sánchez Merino como acusado de un delito de asesinato, sin perjuicio de que esta calificación cambie a lo largo de la fase de instrucción. Pese a mostrarse colaborativo tras su detención del pasado miércoles, ayer se acogió a su derecho a no declarar.
A la vista de las pruebas, la fiscal del caso solicitó el ingreso en prisión del acusado del crimen, algo a lo que no se opuso la defensa de Sánchez Merino, que sobre las cinco de la tarde entraba en el furgón de la Guardia Civil que le llevó hasta la cárcel de Asturias.
Los argumentos de la magistrada para decretar la prisión provisional se fundamentan, según el auto, en "la pena prevista para el delito que inicialmente se le atribuye (de 15 a 25 años de prisión), la falta de domicilio conocido, la ausencia de teléfono y para evitar que pueda ocultar, alterar o destruir las pruebas". Así se garantiza su presencia en el juicio.
