La cancelación de las clases presenciales de preparación para acceder a plazas de médico interno residente (MIR) en Oviedo, y su sustitución por clases online debido a la pandemia del covid-19 supondrá un duro golpe a muchas de las empresas y particulares que cada año tienen una sustanciosa fuente de ingresos con los cerca de 1.350 licenciados en medicina que se trasladan a la ciudad para estudiar. Y el principal problema es la incertidumbre. Porque aunque algunos alumnos ya han cancelado sus reservas para estudiar en Oviedo, lo cierto es que son muchos los que no lo han hecho, si bien tampoco confirman su intención de venir.
Roberto Alonso, dueño de la empresa Alojamir, que ofrece alojamiento y servicios cada año a 300 estudiantes, señala que su empresa no quiere "presionar a los chavales a que se decidan en nada, porque no se sabe nada" sino "garantizar que tengan aquí su piso y que preparen aquí el curso, aunque sea online o de cara a que empiece el presencial en algún momento". Está convencido de que el ambiente de estudio puede ser beneficioso para los alumnos aunque las clases sean virtuales. Su empresa ha tenido cancelaciones pero también altas. Ahora, se trata de despejar las dudas respecto al futuro. "De cara aun mes o dos esperamos que se tranquilice todo".
Flor González, de la empresa Xanzana, veterana en proporcionar alojamiento y servicios a los estudiantes, habla del "descalabro" que sufrirán si las cosas continúan igual, si bien asegura que algunos de los alumnos con reserva han confirmado que vendrán a Oviedo de todas formas. Su empresa, actualmente, ofrece servicios de comidas a domicilio y mantiene sus instalaciones abiertas.
Pablo García, de Oviedopiso, que ofrece viviendas en alquiler a alumnos MIR y también formación, augura que la pandemia tendrá "un impacto importante". A su juicio, esta situación "es un golpe duro para muchos pequeños propietarios que tenían enfocado su piso a acoger este tipo de alumnos. Tendrán que adaptarse",
García también habla de incertidumbre, y de que "el daño para la ciudad es importante, porque el MIR deja muchos millones de euros en Oviedo". Se ha calculado que la cantidad podría superar los 9 millones de euros.
Por su parte, el responsable de la empresa de servicios para estudiantes Servimir, Jorge Marcos, insiste también en que "lo más grave es la incertidumbre; tanto para nosotros como para los chavales". Su empresa había experimentado en los últimos años un crecimiento considerable, y este año tenía previsto pasar de 300 alumnos, pero, aunque ha habido muy cancelaciones, también han entrado pocas reservas. "Íbamos muy bien y paró en seco". La previsión que maneja es conservar entre el 30 y el 40 por ciento de los alumnos.
Al igual que los responsables de otras empresas, cree que el valor de estudiar el MIR en Oviedo no es solo la academia sino también el ambiente; "quieren venir porque les gusta agruparse con compañeros y tener dinámicas de estudio".
