La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crisis del coronavirus

Habla la primera asturiana con coronavirus que sale de la UCI: "Es una larga lucha, pero con esperanza y fuerza se supera"

"Los aplausos y la ovación que recibí al salir de la UCI han sido una de las cosas más emocionantes de mi vida; no puedo estar más agradecida"

La primera victoria de la UCI del HUCA contra el coronavirus

La primera victoria de la UCI del HUCA contra el coronavirus

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

La primera victoria de la UCI del HUCA contra el coronavirus Xuan FERNÁNDEZ

La pesadilla total, para ella y para su familia, duró 13 días. La lucha sigue, pero la angustia pesa bastante menos. El gesto de la mujer de 56 años con coronavirus que abandonó la UCI del HUCA el pasado lunes en medio de un emotivo aplauso del personal sanitario queda ya como el primer gran triunfo en Asturias contra el virus. Su familia respira más tranquila tras muchos días sin apenas dormir. Ella sigue débil, pegada al respirador, pero firme en su pelea.

Desde su habitación del HUCA saca fuerzas para relatar a LA NUEVA ESPAÑA cómo han sido los días en los que, dice, se ha sentido arropada por todo el personal sanitario que dobla esfuerzos para vencer al coronavirus. "Los aplausos y la ovación que recibí al salir de la UCI han sido una de las cosas más emocionantes de mi vida. No puedo estar más agradecida. Ojalá mi mensaje sirva de inspiración y de ánimo a todas las personas que están pasando por esto. El coronavirus es una larga lucha, pero con esperanza y fuerzas se supera", indica esta mujer, que prefiere ocultar su identidad, así como su familia.

La afectada, que ingresó aquejada de una neumonía provocada por el virus, pone el foco en el papel humano de todo el personal sanitario. Sin su predisposición, sostiene, hubiese sido muy difícil. "Los días que he pasado en la UCI han sido una pesadilla, para mí y para mi familia. Pero lo cierto es que dentro de todo lo malo me he sentido arropada por todo el personal desde el minuto uno. No ha faltado un solo día en el que no me hayan animado, tranquilizado y, sobre todo, dado fuerzas para seguir luchando", recalca.

El factor psicológico, la lucha mental, resulta esencial para no venirse abajo en situaciones como la que esta mujer está pasando. "El personal del HUCA ha tenido un papel clave y fundamental para que haya mantenido la calma y la serenidad, que son factores esenciales para no venirte abajo. Han estado informando cada día a mi familia, lo que les ha proporcionado tranquilidad también a ellos", asegura.

Desde su ingreso, esta mujer ha recibido incontables muestras de apoyo. También el resto de ingresados por coronavirus. "Quiero destacar la iniciativa que se puso en marcha con el envío de cartas y mensajes anónimos de ánimo. Me parece una idea muy buena que crea un efecto totalmente positivo en esta situación. Ver como se involucra la gente y te manda mensajes es una sensación realmente emocionante". La mujer no quiere desaprovechar la oportunidad para dirigirse a más pacientes y familiares que sufren por esta pandemia. Les insta a seguir luchando. "Animo a todos los que estéis pasando por esta situación. No os rindáis ni tiréis la toalla, esto se trata de una lucha diaria contra la enfermedad y tenéis que intentar motivaros pensando en vuestras familias y la vida que tenéis por delante", finaliza la mujer desde el HUCA.

El sufrimiento de esta mujer de 56 años ha sido compartido con su familia, sobre todo por su marido y por sus dos hijas. Fue precisamente su marido el que contagió a esta afectada a raíz de uno de los primeros focos que aparecieron en Asturias. El hombre dio positivo por coronavirus, pero resultó ser asintomático y no sintió ningún malestar preocupante. "No es algo por lo que te sientas culpable, pero no es agradable saber que has contagiado a tu mujer. Se pasa mal, pero no queda otra que seguir hacia adelante", recalca en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA este hombre, que pasa la cuarentena en Oviedo junto con una de sus hijas, que además estudia Medicina: "ha sido de gran ayuda, tanto para ella como para su madre, saben cómo tratar estos temas y hablar de la cuestión". Su hija, además, no se llegó a hacer el test, aunque la familia sospecha que también pudo tener coronavirus. Presentó unas décimas de fiebre hace semanas (no se consideran síntoma), en el momento del contagio de su madre. No obstante, en la actualidad, al igual que su padre, se encuentra bien sin ningún tipo de molestia.

El marido avisa sobre la rapidez con que se propaga el virus, casi sin darte cuenta. Él lo ha vivido en sus carnes e intenta concienciar sobre la importancia de guardar la cuarentena. "La facilidad de contagio que he visto con el coronavirus, si me lo cuentan no lo creo. Creo que es importante que la gente respete al máximo el aislamiento domiciliario, por muy duro o difícil que sea. Es la única solución que tenemos por el momento y debemos tomarla todos muy en serio", indica.

Al igual que hace su mujer, subraya el trato humano y profesional del personal del HUCA durante el mal trago que les ha tocado. "Ha sido excepcional, nos llamaban todos los días y nos daban información. Desgraciadamente no puedes ir a verla y se hace duro, pero la atención ha sido magnífica. Tenemos un sistema sanitario increíble, nos quejamos de todo, pero es una maravilla en todos los sentidos", asegura. Cauto con el estado de su mujer, admite que salir de la UCI ha sido una gran celebración. "Salir de la UCI es un gran paso, pero mi mujer sigue en la lucha contra el coronavirus. Está mucho más animada, eso es importante, y su estado de salud mejora, aunque todavía sigue con respirador", asegura. "Tenemos que aprovechar estos momentos de cuarentena para estar con nuestras familias, hablar y para decirnos lo que nos queremos, que a veces parece que lo das por hecho, estos momentos sirven para eso", finaliza el marido de la afectada, la primera mujer con coronavirus que ha salido de la UCI rumbo a planta en el HUCA. Una victoria entre aplausos. Y sobre todo una esperanza.

Compartir el artículo

stats