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Los héroes anónimos dan la cara

Muel de Dios inaugura hoy en Gijón la exposición fotográfica "Más allá de la vocación. Retratos de una pandemia"

Muel de Dios, ayer, en el paseo de Begoña durante los trabajos de montaje de la exposición. ÁNGEL GONZÁLEZ

El premio "Princesa de Asturias" a los sanitarios españoles encuadra un homenaje fotográfico con la exposición "Más allá de la vocación. Retratos de una pandemia", que hoy se inaugura en el paseo de Begoña de Gijón, única actividad de la Fundación fuera de Oviedo. Los imágenes son de Muel de Dios, que muestra a profesionales asturianos -no solo sanitarios- en un doble plano: un retrato de estudio tras el estado de alarma y una imagen de los profesionales en pleno trabajo. LA NUEVA ESPAÑA, donde De Dios firma cada sábado la sección "Muelología. Retrato de los creadores asturianos", publicará a partir de mañana una selección diaria de las fotografías, con testimonios de los protagonistas.

El clic llegó a De Dios en el confinamiento: "Dos semanas encerrado con la cabeza dando vueltas y vueltas. ¡El fin del mundo picando a la puerta y mi cámara en la bolsa! No hago fotoperiodismo, pero el movimiento social de los aplausos de las ocho de la tarde me llevó a pensar que sería buena idea poner cara a esos héroes anónimos tras unas mascarillas. La parte más humana del drama. Salí a la calle y empecé a pedir permisos para entrar en sus lugares de trabajo. Aunque lo que se enseña es una parte de lo que hizo el sector sanitario, el trabajo es más profundo y toca todas las capas de la sociedad, todos los trabajadores esenciales en algún momento".

Los dos primeros días vieron a un fotógrafo "a ciegas, sin saber el camino a seguir, hasta que decidí cómo quería encajar la historia, cómo iba a contarla". Clic: "Dípticos con retrato en el puesto de trabajo y otro posterior más allá del estado de alarma, rompiendo esa distancia social para acercarme más a la parte humana". Su homenaje a esos héroes anónimos abarcaba "a profesiones evidentes, como médicos y enfermeras, pero también a quienes nos ponían el pescado o la leche en la mesa, a los que cuidaban del alcantarillado... Aquello que la gente daba por hecho que funcionaba sin más". Y su objetivo capturaba "los miedos, las preocupaciones, cómo vivían la situación en casa... Tenía muchas ganas de contrastar mi opinión con otras más allá del telediario".

Trescientos retratos ya en un trabajo en proceso. Treinta de ellos aparecen en la exposición, un "traje a medida" cosido gracias a las fundaciones Princesa de Asturias y Sabadell. Se encontró una solidaridad extrema para colaborar cuando explicaba el proyecto, a pesar de que la situación era algo marciana: "No se podía salir a la calle y de repente hay un tipo por ahí fuera que quiere hacer unos retratos". Zoom: una chica que 15 segundos después de ser retratada resbaló y se rompió las muñecas. O la lavandería de Cabueñes: montañas de bolsas con ropas contaminadas". Una norma: "Retratar a prácticamente todos los sectores menos a los políticos". Este proyecto ha sido un "regalo divino, un trabajo cargado de realidad. Muchas de mis fotografías necesitan mucha posproducción, aquí todo lo contrario: son rostros espectaculares que te incitan a contar la historia que hay detrás". La fotografía es para él "una compañera de vida, la llave que me abre muchas puertas". Tras ellas espera "un alto directivo, un barrendero o un piloto de helicóptero, y mi obsesión desde el principio fue tratarlos de la misma manera a la hora de enfocar el trabajo". Clic.

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