El mundo de la medicina llora a Pedro Redondo, neurocirujano ovetense

El médico logró ser el mejor de su promoción y jefe de sección del Hospital General a los 28 años

El neurocirujano Pedro Redondo Cortina.

El neurocirujano Pedro Redondo Cortina. / J. A. C.

J. A. C.

El mundo de la medicina llora la pérdida de Pedro Redondo Cortina (Oviedo 1939-2023), fallecido ayer a la edad de 84 años, tras no poder superar una larga enfermedad que sobrellevó con entereza y contra la que luchó hasta el último momento. Reconocido neurocirujano, ejerció su afán por ayudar a los demás como jefe del servicio de neurocirugía del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Redondo comenzó su andadura como médico en la Universidad de Valladolid, donde se formó durante varios años mientras estuvo alojado en el prestigioso Colegio Mayor de Santa Cruz. Nada más finalizar decidió regresar a su tierra para ofrecer sus servicios en el antiguo Hospital general de Asturias. Durante su año de residencia obtuvo el premio a mejor residente de su promoción. Dicho honor le permitió terminar de formarse con el doctor Gazi Yasargil, el mejor neurocirujano del mundo en aquella época, lo que animó al médico carbayón a especializarse en el campo de la microcirugía y a ejercer una medicina basada en la escuela alemana, de la que bebió de su mentor, Yasargil.

Todo ello conllevó que Redondo lograra ser jefe de la sección de neurocirugía del hospital ovetense con apenas 28 años, y poco después, a ser jefe de servicio hasta el final de su carrera, en la que, según sus familiares, logró operar satisfactoriamente más de 1.000 aneurismas.

El esfuerzo de Redondo siempre fue de la mano de sus ganas incesantes de hacer el bien, filosofía que marcó su vida y que le hizo progresar en su trabajo hasta tal punto de ser pionero en muchos aspectos de la neurocirugía en Asturias.

Amante del arte en general y apasionado de la pintura asturiana en particular, Redondo dedicó gran parte de su "escaso" tiempo libre a los museos y los libros. Además, su familia cuenta que perteneció a la sociedad micológica La Corra, debido a su gran afición a las setas. Este grupo, fundado por Redondo entre otros en 1972 en Oviedo, fue pionero en España en acercar a la población la ciencia de la micología, especializada en las setas. Esta labor le valió al grupo el reconocimiento ministerial que le concedió la "Orden al Mérito Agrícola". Allí, éste médico ovetense compartía hongos, los estudiaba y los cocinaba con sus compañeros micólogos. Cuando no estaba allí, hacía una escapada al pueblo de su corazón, Cudillero, para observar durante horas otra de sus grandes pasiones, el mar.

Su familia agradece el cariño mostrado por todos los que le acompañaron en los últimos meses de vida. A las 17.00 horas se celebrará el funeral de cuerpo presente en la iglesia parroquial de San Melchor de Quirós, y acto seguido, recibirá cristiana sepultura en el cementerio El Salvador.