La profesora de Plástica Ascensión Andrés preparó con esmero el proyecto hoy ganador hace dos años. El instituto de enseñanza secundaria Selgas de Cudillero inició entonces un movimiento para redecorar sus espacios públicos que este año ha sido premiado por el Ministerio de Educación. El centro se lleva 10.000 euros y el reconocimiento del gobierno central por promover "la convivencia" en este instituto donde hay matriculados 250 alumnos. "Son ellos los que tienen que cuidar lo público y hacerles ver que esto es de ellos es una buena forma de empezar", dice la directora, Ana Peláez.
El proyecto se gestó en clase de Plástica. Ascensión Andrés es la jefa del departamento. Ella cree que se debe fomentar el espíruto creativo en los adolescentes. "Se trata de hacerles ver que tienen potencial para cambiar las cosas". Con esta teoría como base, los alumnos empezaron a trabajar en los espacios públicos para dar color a aquellos que estaban "grises y tristes", explica el alumno Raúl Estrada. Él y Miriam Marqués decoraron la primera columna del patio.
Aquello "funcionó" y después los alumnos se atrevieron con algo más: un proyecto para convertir en sala de estar una parte del sótano. Con las dos primeras iniciativas concluidas "se dieron cuenta de que ellos estaban más a gusto en el centro" y pintaron parte de las paredes del patio. En ellas lucen ahora murales inspirados en artistas como Jackson Pollock, Keith Haring o Jean Dubuffet. Marta Fernández y su compañera Beatriz López aprovecharon días libres del pasado junio para concluir parte del proyecto que este curso resultó premiado. En una de las paredes del patio donde los escolares dan lecciones de educación física ahora se observa el "mural-mensaje". "Decidimos dejarles hacer, que no se vieran censurados", detalla Ascensión Marqués. Frases como "We don't need no education" ("No necesitamos educación", título de una famosa canción de Pink Floyd), "somos lo que hacemos" o "escuela pública para todos" forman parte del mural de colores que todavía está por concluir. Y es que con el premio no se acaban los proyectos. Los 10.000 euros servirán para financiar la compra de juegos para el patio.
Ascensión Andrés asegura que esta forma de darles "voz y voto" a los alumnos debe ser la esencia de todo centro educativo. No sólo se trata de aprender conocimientos, "también de aprender a gestionar el espacio, a trabajar en un grupo y a sentirte parte de una comunidad". El fin último es que el alumno se sienta cómodo y protagonista en su entorno para poder lograr así el mayor rendimiento académico. "Buscamos que digan: "nos gusta nuestro instituto"", concluye Andrés.
