El avance del avispón asiático (Vespa velutina) por el occidente asturiano está provocando "una merma grande" en la producción de miel. Los descensos en la cosecha son especialmente significativos en la rasa costera occidental, de San Tirso a Valdés, donde este insecto invasor ya está perfectamente implantado, según denuncia la Asociación de Abeyeiros del Occidente de Asturias (Abeyoas).
La presidenta del colectivo, Andrea González, reclama al Principado que ponga en marcha una evaluación seria de los daños y del impacto que está produciendo la "Vespa velutina" de cara a que los apicultores puedan acogerse a ayudas compensatorias. Esta apicultora castropolense no comprende la apatía del Gobierno regional ante el avance del avispón y asegura que los apicultores de la zona se sienten "impotentes" por la falta de apoyo y de medidas para combatirlo.
"Vivimos una situación de impotencia, los apicultores me llaman y se quejan de la falta de ayuda y de la reducción de la cosecha. Estamos desmoralizados", lamenta la presidenta de Abeyoas, un colectivo que aglutina una treintena de apicultores de la comarca occidental. Abeyoas no entiende por qué el Principado no actúa como otras comunidades vecinas, que están poniendo en marcha investigaciones para buscar un método que frene al avispón. Aquí, denuncian, ni se investiga, ni se facilitan trampas a los apicultores; en lugar de eso, se ponen trabas, ya que los apicultores están obligados a pedir persmiso para colocar las trampas.
"Asturias es la única comunidad autónoma que no está haciendo nada. En Galicia la actitud es muy distinta. Vemos con tristeza cómo otras comunidades se toman el problema más en serio, mientras aquí retrocedemos", denuncia la presidenta de Abeyoas, quien considera "impensable" que otra especie animal, como el vacuno, sufriera un ataque de estas dimensiones y "se mirara para otro lado". Cabe recordar que Abeyoas dio la voz de alarma hace tres años al detectar en San Tirso de Abres los primeros ejemplares de "Vespa velutina" confirmados en Asturias. Desde entonces, lamentan, poco se ha hecho para atajar su avance.
González explica que este año la cosecha es tardía y por eso se están notando ahora los ataques y se están detectando muchos nidos. En su caso, tuvo que retirar media docena de colmenas que tenía en San Tirso ante la imposibilidad de defenderlas: "Fuimos a retirarla y vimos ataques constantes de la velutina".
