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Roban mil euros en Tineo tras hacerse pasar por técnicos de una eléctrica

"Desde un principio supe que me estaban engañando, les di lo que me pedían para que se fueran de casa", lamenta la víctima, vecina de Zardaín

Anita Eloína García explica a la entrada de su casa cómo fue el robo. D. ÁLVAREZ

Anita Eloína García, vecina de Zardaín (Tineo), aún está con el susto en el cuerpo después de que le robaran en su propia casa 1.000 euros, en la tarde del pasado lunes. Fue víctima del timo de los falsos técnicos de las compañías eléctricas que se acercan a casas donde viven personas mayores y, generalmente, solas, para poder engañarles e, incluso, como en esta ocasión, para robarles.

El robo se produjo a eso de las cuatro de la tarde del lunes. Anita Eloína García estaba en la entrada de su casa limpiando y preparando unas plantas cuando un chico bien vestido se le acercó y se identificó como empleado de una conocida empresa eléctrica. Le explicó que venía a cobrarle el cambio de contador de la electricidad y le pidió un recibo para comprobarlo. La vecina de Zardaín se negó a darles la información alegando que eran sus hijos los que llevaban el tema y, en ese momento, cometió el error de confesar al ladrón que estaba sola. Una respuesta que el supuesto técnico aprovechó para meterse en la casa, que tenía la puerta abierta.

Una vez dentro comenzó a sacar papeles y a exigir a su víctima que le pagase 250 euros por ese cambio de contador. Es más, le pidió el número de teléfono de su hija para hacer que la llamaba y confirmarle que debía pagárselo.

"Desde un principio supe que me estaba engañando, que era un robo, pero con tal de que se fueran de mi casa fui a buscar los 250 euros que me pedía", explica García. Los sacó de un sobre en el que tenía 1.000 euros, que estaba guardado en su habitación. Era un dinero que había estado ahorrando para gastar en estos días de fiestas en los que se junta toda la familia.

En ese momento, había entrado un segundo hombre en la casa. Contaron el dinero y exigieron a la mujer que firmase un documento, a lo que se negó. Mientras uno la trataba de convencer, el otro se escabulló y se dirigió a la habitación para robar el resto del dinero. "Soy muy desconfiada y nunca abro la puerta a nadie, pero está vez se me metieron en casa y ya no pude hacer nada", lamenta.

Los cacos conducían un coche Ford Focus gris y realizaron más visitas por la zona. En Calleras, la misma tarde del lunes, José Manuel Rodríguez recibió la visita de dos chicos que querían comprobar los automáticos. Intentaron sacarlo de casa y cuando vio que uno de ellos se quedaba dentro regresó y los echó. Consiguió que no le robasen, pero ya no abre la puerta a nadie.

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