"En Alcoy me encontré a un crío de Primaria buscándole los cables al buzón de Correos, para ver cuál era el mecanismo para enviar las cartas", apunta Juan Carlos Blanco para ilustrar el retroceso que vive el correo tradicional y el desconocimiento de las generaciones más jóvenes. Blanco ha recorrido 140 colegios del país como monitor de la exposición "El mundo de los sellos", cuyo objetivo primordial es que los niños conozcan las posibilidades del sello y sepan que hay otro correo más allá del electrónico. La muestra, promovida por la Federación Española de Sociedades Filatélicas, ha estado esta semana en el colegio Príncipe de Asturias de Tapia.
"Los niños saben llegar a su casa, pero desconocen la calle o el número del portal. En cambio, cogen un móvil y saben hacer de todo", añade. La directora del colegio de Tapia, Mary Cruz García, coincide con la visión de Blanco, pese a que, incide, aprender a escribir una carta y las indicaciones pertinentes en el sobre forma parte del currículo de Primaria.
El presidente de la Federación Asturiana de Filatelia, Ángel Iglesias, considera difícil que los pequeños de hoy en día se aficionen a escribir cartas, pero cree que el reto es "conseguir que, por lo menos, sepan que existe otra forma de comunicación diferente a las nuevas tecnologías". Por su parte, la directora de la Oficina de Correos de Tapia, Conchi Gayol, les animó a realizar pequeños gestos: "Cuando os vayáis de vacaciones, en vez de darle al Whatsapp con las caritas, enviad una postal bonita e id a la oficina de Correos a pedir que os pongan un sello".
