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Tres décadas de teatro en San Tirso

"Inviertes horas y pasas nervios, pero todo el esfuerzo compensa con la risa del público", afirma el santirseño Juan Carlos Parapar

Componentes actuales y antiguos del grupo de teatro santirseño. T. CASCUDO

El santirseño Juan Carlos Parapar recuerda perfectamente la primera actuación del grupo teatral San Tirso del Eo, en 1988. "Tuvo lugar en Barcia y fue para todos, menos para el director, José Manuel Sierra, la primera vez que nos subíamos a un escenario", apunta. Desde entonces han pasado treinta años en los que el grupo, a excepción de un parón de algo más de dos, ha mantenido una actividad constante, con frecuentes actuaciones en la comarca occidental y la vecina Galicia.

El grupo teatral se conformó en la misma época en que nació la asociación del mismo nombre. Coincidió que por aquel entonces, Sierra, aficionado al teatro, daba clase en San Tirso: "Impulsó la creación del grupo y se encargaba de dirigir los ensayos durante la primera etapa, fue el único director que tuvo el grupo", precisa Parapar, que aunque ostenta el cargo de director no ejerce en sentido estricto, ya que el montaje y la preparación de las obras es fruto de la implicación de todos. "Me ocupo de buscar obras que se adapten a nosotros por número de personas y decorado, pero cuando empezamos a ensayar, todos opinamos. Quizás por eso nos lleva más tiempo, pero también creo que es mejor porque enriquece más", añade.

El grupo se autogestiona en todos los aspectos, desde los ensayos previos y la preparación del decorado a los traslados para las actuaciones, el montaje o el desmontaje. "Todo lo hacemos nosotros, inviertes horas, pasas nervios y pones dinero de tu bolsillo, pero nos gusta y todo el esfuerzo compensa con la risa del público. Yo siempre digo que la risa es mejor que un aplauso, que puede ser por compasión, la risa es mucho más natural", añade.

Parapar empezó en el teatro por casualidad, lo convencieron para cubrir un puesto vacante en la primera obra y nunca antes se había planteado lo de subirse a un escenario. "Al que empieza le cuesta dejarlo, porque el teatro engancha", apunta tras treinta años actuando. En este sentido, señala como dos de los requisitos para actuar el tener ganas de salir al escenario y el disponer de memoria "para intentar acordarte del papel, aunque muchas veces hay que improvisar".

En estas tres décadas han pasado por el colectivo alrededor de cuarenta personas que han contribuido a llevar a escena una veintena de obras, empezando por "Petición de mano" y "Último sermón", dos pequeñas obras en asturiano con las que se iniciaron en el mundo del teatro. Su seña de identidad es la comedia en castellano, rasgo diferenciador en la comarca occidental donde la mayoría de los grupos optan por el gallego-asturiano.

Explica Parapar que la mala sensación que les dejó la representación de una trama dramática les hizo apostar por la comedia: "Recuerdo ver a gente llorando entre el público. Eso por un lado es bueno porque ves que lo que cuentas está llegando, pero, por otro, no es agradable. Nosotros queremos que la gente lo pase bien y no que vengan al teatro a llorar, por eso, desde entonces siempre apostamos por la comedia".

En su repertorio abunda la obra del dramaturgo Alfonso Paso, aunque estos días están comenzando a preparar un nuevo trabajo, en concreto "Sé infiel y no mires con quién" de Ray Cooney. Sustituirá a "Una casa de líos", de Álvaro Portes, que llevan dos años girando por toda la comarca. Si todo marcha bien, la obra nueva estará lista a principios del año que viene con la vista puesta en el popular certamen del instituto de Vegadeo.

San Tirso del Eo es hoy un grupo cohesionado, integrado por una decena de personas, que se conocen a la perfección. La única queja es la de la falta de renovación: "Sería bueno que hubiera gente que cogiera el relevo, pero nadie se anima". Al año especial que está viviendo el grupo, Parapar solo le pone una pega y es la pérdida del que para él fue "uno de los mejores actores de teatro aficionado del occidente", el tapiego Everardo Fernández, que fundó el grupo Pico de Faro y falleció recientemente, a los 92 años.

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