Doce días sin móviles, con la única preocupación de disfrutar de la convivencia y del deporte. Es el plan que ofrece el campus de baloncesto que, por séptimo año consecutivo, ha organizado en Vegadeo la asociación madrileña Econvive. Los 104 participantes de esta edición se marchan hoy a casa con una nueva experiencia en sus mochilas.
"Vengo por la gente que conoces y porque me lo paso genial", resume el ovetense Samuel Franco, un apasionado del baloncesto que comparte junto a la madrileña Ainhoa Durante el título de veterano en el campus por no haberse perdido ninguna de sus siete ediciones.
El coordinador, Juan González, explica que hay muchos campamentos de baloncesto, pero lo que les diferencia del resto "es la importancia que damos al ocio y al tiempo libre". Y es que los chavales, procedentes en su mayoría de Madrid y Asturias, pero también de puntos de Castilla y León, Galicia o Valencia, combinan los entrenamientos diarios (un mínimo de dos horas y media) con actividades por toda la comarca, desde surf a canoas.
El entorno, añade González, encaja a la perfección en sus objetivos: "Nos gusta muchísimo la ubicación, por las instalaciones de Vegadeo y por la zona". Tanto es así que Econvive quiere formalizar un convenio más amplio con el Ayuntamiento de Vegadeo para promover no uno, sino tres campamentos, y también organizar un torneo abierto. En este sentido, la idea es añadir un campamento de tecnificación y otro de multideporte y llenar de actividad cuatro semanas de julio.
El responsable de la sección de baloncesto del Campus, Israel Hernández, destaca el "alto nivel" de los participantes de este año y explica que el objetivo de esta edición ha sido profundizar en el "paso cero", fruto de la nueva normativa establecida en el mundo del basket. Para los jóvenes se cierran dos semanas apasionantes en las que han disfrutado de su pasión por un deporte que, entre otras cosas, "enseña a trabajar en equipo".
