La presencia de humedad, la falta de accesibilidad y la necesidad de disponer de locales para impartir catequesis han sido las razones que han hecho que parte del Museo de Arte Sacro de Tineo se trasladase de las tres salas situadas sobre la entrada de la iglesia parroquial de San Pedro a la capilla de Merás, ubicada en un ala del templo. Ahora mismo, en el nuevo espacio se exponen diferentes tallas que datan hasta del siglo XII y piezas de orfebrería, todo ello protegido por una mampara de cristal. No obstante, la capilla está pendiente de someterse a mejoras para poder acoger una quincena de imágenes más que por ahora continúan en su antigua sede. Lo que permanecerá en su lugar de siempre son las vitrinas situadas en la zona del coro de la iglesia, que acogen una colección de libros, ropa de liturgia y otras tres imágenes de grandes dimensiones.
El que durante este último año había sido el párroco de Tineo, Julián de Hoyos, con el apoyo del que será el futuro diácono, Rafael Llanes, propiciaron el cambio. "El museo ha recibido cientos de visitas desde que está en la capilla de Merás, tanto de peregrinos como de feligreses que no lo conocían", subraya Llanes.
Un cambio que el arcipreste del Acebo, Juan José Blanco, ha visto con buenos ojos. "Se enriqueció el museo al situarlo en un ambiente de arte sacro y más visible que antes, además incorpora las piezas de la capilla de Merás", subraya.