El proyecto de rehabilitación del antiguo cine Fantasio de Navia como auditorio municipal, actualmente en ejecución, deberá ser modificado en cuatro de sus puntos. Los cambios suponen un incremento en los costes que ronda el cinco por ciento, unos 50.000 euros, según informan los responsables de la actuación. Estas mejoras deberán ser aprobadas en el Pleno extraordinario que se celebrará a tal efecto en la jornada de mañana. El equipo de gobierno socialista asegura que las modificaciones "son imprescindibles" y que ni suponen un beneficio extra para la empresa constructora, ni generarán retrasos en la ejecución de los trabajos.
El primero de esos modificados se refiere a la cubierta, que no podrá ser de una sola pieza metálica como estaba previsto, porque "ya no se encuentra en el mercado, ha dejado de fabricarse", explica el alcalde, Ignacio García Palacios. Pasará a constar de tres elementos unidos. El segundo cambio se refiere a la base del edificio, donde se intercambia un sistema de soporte a base de plástico duro por piedra compactada y una losa de hormigón, para soportar mejor las filtraciones de agua y el peso.
En tercer lugar, se reforzarán los laterales, donde se ubica el sistema de conducción de agua. "Es algo que sólo se puede comprobar durante la misma ejecución de los trabajos, no antes", apunta García Palacios. Por último, serán necesarios nuevos trabajos de albañilería no previstos en la zona del escenario, a causa del tiempo transcurrido durante la paralización de las obras, a causa, precisamente, de un modificado de mayor entidad que afectaba a la insonorización del auditorio.
Las modificaciones del proyecto han recibido el visto bueno de la dirección de la obra, del autor del proyecto y del contratista que ejecuta los trabajos. Mañana se votarán en el Pleno, que es el órgano de contratación de la obra.
El regidor naviego justifica la necesidad de acometer estos cambios: "En el mundo real no existe la perfección, y las obras de esta envergadura tienen defectos no deseados, que hay que subsanar", argumenta. En todo caso, afirma que el aumento en el coste no supone un mayor beneficio para el contratista: "La obra se hace con las mismas características que la empresa había ofertado, por lo que su beneficio será similar", añade.
Por último, García Palacios confía en que estos modificados no supongan un retraso en los plazos previstos, y que la obra pueda rematarse a tiempo. "Los trabajos están cogiendo velocidad, después de una laboriosa y compleja actuación en la estructura. En un corto plazo de tiempo podrán a comenzar a trabajar en diversas áreas al mismo tiempo, lo que agilizará la cuestión", dice.
La última contratación de la obra se cerró en 1.082.950 euros, con un plazo de ejecución de once meses desde el pasado mayo.
