El Ayuntamiento de Cudillero y el Principado acaban de iniciar la recogida del fondo documental del concejo con destino al Archivo Histórico de Asturias. Una operación destinada a "proteger documentos valiosos e históricos", según explica el Alcalde, Ignacio Escribano, pero que puso en guardia a los vecinos por el trasiego de furgonetas y carpetas.
El traslado de documentos es "público y no se esconde nada", insiste el regidor. Pero algunos ciudadanos se llevaron "un buen susto" y llamaron al Consistorio, alarmados de que se pudiese estar destruyendo documentación relevante.
Algunos incluso llamaron alertados al Consistorio pensando que se trataba de información sensible que se pretendía destruir. "Es increíble que pensemos así", ataja Escribano, que transmite un mensaje de total normalidad y tranquilidad.
La tareas de selección y traslado del material se enmarcan dentro del convenio suscrito por ambas administraciones el pasado octubre para "proteger documentos valiosos e históricos y conservarlo todo en buen estado y con garantías".
En concreto, los documentos que se recogieron de un despacho de la sede de la Policía Local se encontraban "en un lugar tremendamente insalubre" y que ofrecía escasas garantías para su conservación. "Es por eso que hemos empezado por ahí", explica el alcalde popular cudillerense.
Por su parte, el concejal de Educación, Felipe Fernández, ahonda en este idea. "No entendemos el revuelo porque todos los expedientes del Ayuntamiento que tienen menos de seis años están digitalizados; es decir, ni en caso de incendio desaparecerían", dijo. Fernández, que supervisó parte de los trabajos de selección, recogida y traslado del material a Oviedo, destaca que de momento se recogieron solo "documentos del siglo XIX".
Los archivos municipales de Cudillero serán progresivamente digitalizados. El Principado también se compromete a guardar todos los papeles y mantenerlos en el edificio del Archivo Histórico en el mejor estado posible.
Fue el gobierno de Cudillero el que solicitó esta operación para evitar, en primer lugar, el deterioro del material, y, en segundo, para liberar espacio de espacios públicos y poner orden las salas o despachos que atesoraban, "con pocas garantías de conservación", algún tipo de documento valioso.
Esta posibilidad está prevista por la Ley de Patrimonio Cultural, que obliga a los poseedores de patrimonio documental y bibliográfico "a conservarlo en lugares adecuados para garantizar la seguridad de los bienes y favorecer el acceso a los investigadores".
La norma indica además que el Archivo Histórico "es el depósito preferente del patrimonio documental del que es titular o depositario el Principado". El Archivo Histórico tiene, entre sus funciones, obligación de "reunir, conservar, organizar y difundir documentación histórica producida por las entidades locales, de acuerdo con los principios de cooperación y colaboración entre administraciones públicas".
