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Cudillero paraliza una obra de la Fundación Selgas en El Pito al no tener permisos

La gestora del patrimonio de la familia abrió un boquete para instalar una puerta en el edificio, protegido, del cuartel de la Guardia Civil

El boquete en la pared del cuartel para instalar una puerta.

El Ayuntamiento de Cudillero ha paralizado una obra en el recinto de la Fundación Selgas de El Pito, en concreto, en el edificio que acoge el cuartel de la Guardia Civil, que cuenta con protección especial por su interés arquitectónico. La Fundación que gestiona la propiedad "no tenía permiso" para llevarla a cabo. Fueron los agentes de la Policía Local, acompañados por personal de la Oficina Técnica Municipal, los encargados de personarse en el cuartel (incluido dentro del complejo Selgas) para dar el alto a la empresa que ejecutaba los trabajos.

Según explica el Alcalde, Ignacio Escribano (PP), la Fundación Selgas-Fagalde solicitó una licencia de obra para hacer una reforma interior en el inmueble que acoge a la Guardia Civil desde hace décadas, "pero se excedió". Según el regidor, la Fundación quiere hacer una entrada especial para que puedan aparcar cerca de la sede de la Benemérita los vehículos oficiales. De esta forma, se inició el derribo una pared que linda con un paso peatonal y con la carretera de El Pito con el fin de evitar la entrada de los agentes por la puerta principal y facilitar el acceso de los vehículos a un pórtico. Para esto no hay permiso.

La Dirección General de Patrimonio es conocedora del caso. De hecho, un grupo de técnicos del Principado comprobó la obra y también desautorizó la actuación en un bien protegido que, en caso de ser reformado, necesita tener un permiso especial.

El Alcalde asegura en todo caso de que se trata de un defecto de forma, "porque no se solicitó hacer esa obra en concreto", y añade que la Fundación Selgas "solo quería cumplir con uno de las peticiones históricas de los agentes". Es decir, hacer otra entrada y permitir el acceso de los vehículos al complejo (en la actualidad aparcan fuera) "por un mero motivo de seguridad". La Fundación sí tenía permiso para hacer la reforma interior, algo muy solicitado por el estado de las instalaciones del cuartel. El servicio de la Guardia Civil de Cudillero tiene allí su sede desde hace más de medio siglo, según atestiguan los escritos de la época. El libro firmado por Alicia Menéndez y titulado "Jesús Nazareno, iglesia de la familia Selgas" recoge la existencia del cuartel en un complejo privado de la familia. El edificio, que fue la antigua Casa Rectoral, se cedió para este uso sin coste alguno.

Los agentes prestan en la actualidad servicio desde el cuartel más cercano, el de Soto del Barco. Tras finalizar la obra del interior del edificio, volverán a la sede de El Pito. Desde el exterior no es posible ver el boquete que se realizó en la fachada , que permanece tapado. Sí se puede observar desde el interior del cuartel.

La situación ha generado malestar en Cudillero y avivado el debate sobre la situación del complejo Selgas, que en la actualidad gestiona la Fundación, en manos de un patronato con representantes de la familia, el Principado, el Ayuntamiento y la Iglesia. La mayor parte de los vecinos reclaman más transparencia en la gestión y que el complejo principal, la valiosa y famosa Quinta de los Selgas, con importantes obras de arte, se abra público con mayor frecuencia. El Alcalde indicó ayer que el testamento obliga a proteger el patrimonio de la familia, pero no a mostrarlo de forma permanente.

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