La asociación "Tous pa tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País" ha cedido a la parroquia de Cangas del Narcea el cuadro "El verdadero retrato de Nuestra Señora del Acebo", pintado en 1710 y atribuido al pintor Ignacio Abarca, que el colectivo cultural adquirió el pasado año en una subasta gracias al mecenazgo del empresario de origen cangués Francisco Rodríguez García.
Desde el fin de semana, el cuadro, de gran tamaño (1,40 x 1,15 metros), puede verse en la basílica, en el pasillo que conduce a la sacristía, donde permanecerá expuesto de forma definitiva. El sacerdote Juan José Blanco aseguró durante la presentación de la ubicación del lienzo que es "un regalo y un privilegio poder contar en esta iglesia con la presencia de un cuadro que nos habla de la Virgen del Acebo".
Juaco López, presidente de la asociación canguesa, destaca la importancia del cuadro, al ser una de las primeras obras de Ignacio Abarca, quien, junto al pintor Francisco Bustamante, especializado en retratos, fue de los primeros pintores de caballete establecidos en Asturias. "Estamos ante uno de los primeros cuadros pintados en Asturias, lo que tiene un gran interés para la historia del arte asturiano", explicó López. Además, se mostró satisfecho con que haya podido instalarse en la basílica canguesa al considerar que "incrementa el valor histórico y artístico de esta parroquia", subrayó.
Juaco López también repasó la historia del cuadro. Fue encargado por un devoto de Cangas del Narcea residente en Madrid con el objeto de tener la imagen de la Virgen en su casa. Se pintó justo un año después de que finalizaran las obras del retablo mayor del santuario y en un momento en el que estaba en pleno apogeo, contando incluso con una cofradía que en 1713 tenía inscritos a 20.000 cofrades.