La plantilla global del área sanitaria I, la que atiende a diecisiete concejos del Noroccidente, ha crecido un 13,49% en los últimos ocho años. En 2013, los efectivos del hospital de Jarrio y los de atención primaria sumaban en total 596 trabajadores, una cifra que se ha elevado este año hasta los 689. En el centro hospitalario coañés, donde también se registra un aumento global del 13,75%, llama la atención el aumento del personal de enfermería (49 efectivos más) y el descenso de los médicos (nueve menos) en el periodo citado. La información figura en las cincuenta y cuatro páginas del Marco Integral de Actuaciones para el área sanitaria I con el que Salud quiere impulsar la atención sanitaria de la comarca noroccidental en un plazo de tres años (2021-2023).
En cuanto a los recursos humanos, la administración expone que en 2013 había 176 efectivos en atención primaria, mientras que en 2021 la cifra se ha elevado hasta los 202. En el hospital coañés, han pasado de 420 contratados en 2013 (97 facultativos, 229 profesionales de enfermería y 94 de personal no sanitario) a 487 en este 2021 (88 médicos, 278 de enfermería y 121 de personal no sanitario). Precisamente uno de los problemas de Jarrio es la escasez de médicos y, de ahí, que muchas de las medidas del plan vayan dirigidas a incentivar a los profesionales para que elijan el área sanitaria I.
La Consejería de Salud defiende en el documento las actuaciones realizadas en los últimos quince años en los equipamientos del área I. En concreto, desde 2005 da cuenta de un desembolso de 16.340.614 euros, de los que 11.714.105 fueron a parar a mejoras en la red de centros de Atención Primaria y 4.618.186 a mejoras para el hospital de Jarrio. Dice la Administración que la red de atención primaria está “casi completa”, si bien el documento contempla obras de construcción de nuevos dispositivos en Tapia, Boal, Castropol y El Franco, así como la ampliación del de Navia.
Salud invirtió en los equipamientos del área dieciséis millones de euros en los últimos quince años
En lo que se refiere a equipamientos, el documento recoge un desembolso de 1.356.521 euros en los últimos ocho años. La inversión más alta fue en 2017 cuando se desembolsaron 266.040,75 euros y la más baja en 2019, que fue de 29.550,18 euros. El año pasado, se destinaron 256.283,44 euros a la compra de equipamientos y, para este año, están presupuestados 500.000 euros. Este montante servirá en buena medida para adquirir aparataje con la idea de “potenciar la capacidad resolutiva de la atención primaria”.
En concreto, como ya avanzó este periódico hace unos días, el plan contempla la compra de cuatro ecógrafos para los centros de salud con la idea de extender el uso de la ecografía en la atención primaria, y también la compra de diez electrocardiógrafos (cinco para los centros de salud y cinco para el hospital) con los que Salud quiere implantar la telecardiología en el área. Asimismo, se quiere dotar de teléfonos móviles y auriculares a todas las consultas de primaria para la atención telefónica e instalar puntos wifi. Por último, está previsto un desembolso para el mobiliario del hospital que permita sustituir las camas hospitalarias mecánicas por camas eléctricas articuladas, y sustituir los cabeceros de las habitaciones, así como los sillones de los acompañantes. En este listado de compras para el hospital figuran otros elementos, como una incubadora de plasma sanguíneo, un microscopio de anatomía patológica o una nueva torre de laparoscopia.
Reacciones
Tras la presentación del documento el pasado viernes, se han ido conociendo diferentes reacciones. Al colectivo vecinal “Todos somos Jarrio” le parece positivo el documento, especialmente porque “reconocen que hay problemas desde hace años”. La líder del colectivo, Mar Villanueva, se reunirá el martes con el presidente regional, Adrián Barbón, y exigirá que las soluciones empiecen a notarse en el corto plazo. Por su parte, la plataforma “Salvemos nuestro hospital”, ligada al PP, considera que el plan “no soluciona absolutamente nada” y critica que no se concreten ni plazos, ni presupuestos.
