Isabel Rodríguez, más conocida como Maribel, es maestra jubilada y desde hace unos días la impulsora de un movimiento ciudadano para reclamar mejoras en las carreteras del Suroccidente. Todo comenzó a raíz del trágico suceso que se llevó la vida de la allandesa María Luscinda Mon Uviaño, el pasado 27 de noviembre, en el corredor del Narcea. La indignación y las quejas por la falta de una buena comunicación hacia los concejos del suroccidente inundaba las redes sociales e Isabel Rodríguez decidió dar un paso más y comenzar una recogida de firmas online, que en 24 horas casi alcanzaba los 4.000 apoyos, además de organizar una concentración espontánea en Cangas del Narcea, en la que se reunieron unas 150 personas. Ella dice que no es “nadie”, solo una vecina que ha decidido movilizar al resto y que el verdadero éxito está en el respaldo que está recibiendo.
–¿Cómo decide dar el paso de movilizar a los vecinos de la comarca?
–Fue un par de días después del accidente en el que falleció una persona, a raíz del cabreo que me estaba produciendo lo que estaba pasando. Además, a través de redes sociales veía como todo el mundo se quejaba pero pensé: ¿De qué van a servir todas esas quejas si no se da visibilidad? Así que empecé a hacer un llamamiento por internet a la gente que conocía para hacer una marcha entre la plaza de la Oliva hasta el Ayuntamiento (de Cangas del Narcea). A pesar de la lluvia y de cómo se había hecho de rápido la convocatoria, la gente salió a la calle.
–Y paralelamente se inició la recogida de firmas en una plataforma online.
–Eso fue lo que llamó la atención a los medios de comunicación y a la gente porque en solo 24 horas se recogieron casi 4.000 firmas y a través de eso se me ocurrió hacer una plantilla para recoger firmas de forma física en toda la zona del Suroccidente y ya está llegando hasta Madrid.
–¿Cómo valora la respuesta de la gente?
–El apoyo que tuvieron todas las iniciativas fue lo que me animó a continuar. Sabía que la gente estaba muy caliente, pero con tan poco tiempo no sabía con cuántas personas iba a contar. Al ver la cantidad de gente que se reunió ante el Ayuntamiento y la que firmaba, fue cuando pensé que no se podía dejar la iniciativa y lo que me animó a continuar para llegar lo más lejos posible, que se nos escuche y que se tenga más presente la zona. Por ello estamos formando una plataforma que queremos que sea global e integral, que represente a toda la comarca suroccidental y que esté compuesta por personas de todos los concejos.
–¿Cuál es el objetivo que buscan con la plataforma?
–Aunque queremos la autovía, sabemos que es casi una utopía. Por lo que estando como están las cosas, lo primero es reclamar que nos arreglen bien lo que tenemos, porque en los últimos años lo único que se hace es bachear y los vecinos ya estamos muy hartos, queremos una mejora integral de todas las carreteras de esta zona.
–¿Qué sentimiento le trasladan los vecinos?
–La gente tiene miedo. Me están llamando de todos los sitios y el malestar es general en toda la comarca e incluso más allá.
–El punto de inflexión fue el accidente que se llevó la vida de María Luscinda Mon.
–Era lo que todo el mundo temía que podría pasar en algún momento y que desgraciadamente pasó. En esa misma semana me confirmaron que la grúa había ido a recoger unos ocho coches accidentados por la zona y eso es deprimente.
–¿Cómo valora que la propia hija de la fallecida compartiese en sus redes sociales la recogida de firmas que había iniciado?
–Me llamó dándome las gracias por la iniciativa. Así que ahora mismo estoy con toda la ilusión de seguir adelante con esto y llevarlo a donde haga falta y más viendo con los apoyos con los que cuento. La familia lo apoya y no quieren que se olvide lo sucedido. Y yo también me comprometí por ella a seguir luchando.
