Abrigos, gorros y bufandas: así trabajan los funcionarios de Cangas del Narcea por la avería de la calefacción

El Alcalde, achaca el problema a la empresa que suministra el gasóleo y espera que se solucione a lo largo de este jueves

Trabajadores de una oficina municipal, ayer, con sus abrigos.

Trabajadores de una oficina municipal, ayer, con sus abrigos. / D. Álvarez

D. Álvarez

Bajo cero amaneció ayer Cangas del Narcea e incluso a media mañana la nieve hizo acto de presencia en la capital municipal, llegando a cubrir con una fina capa blanca los tejados de los edificios. Una mañana invernal en la que en la Casa Consistorial se sumó un día más sin calefacción. Desde el 16 de febrero lleva el depósito de gasóleo vacío y los trabajadores tienen que tirar de radiadores eléctricos para intentar caldear las oficinas, algo que no logran conseguir del todo, por lo que llevan puestos abrigos, gorros, bufandas e incluso guantes.

El trabajador Ángel Amago, también representante sindical de CSIF, explica que los empleados municipales no han querido realizar una queja pública porque "hay otras necesidades y lo prioritario es que se atiendan los colegios". No obstante, después de tantos días seguidos sin el servicio, y coincidiendo con las bajas temperaturas que se están registrando, el nivel de indignación y descontento ha ido aumentando. “Hay que tener una temperatura mínima para poder trabajar”, subraya Amago.

De hecho, en muchas de las estancias de la Casa Consistorial, a pesar de tener radiadores eléctricos, no se superan los 15 grados. Cuando los trabajadores llegan por la mañana se encuentran con que la temperatura ronda los 10 grados, lo que exige acudir abrigados a la oficina, sin poder evitar que el frío acabe calando, afectando principalmente a manos y pies.

El alcalde, José Víctor Rodríguez, explica que, actualmente, debido a la fluctuación de los precios del gasóleo se están realizando contratos con las empresas suministradoras de forma mensual. El último se adjudicó a mediados del mes de febrero por 70.000 euros, pero la empresa no pudo reunir toda la documentación necesaria para acabar de formalizar el contrato hasta ayer mismo. “Hay unos trámites que se deben realizar y no nos podemos saltar la ley, sin firmar el contrato no nos van a servir el gasóleo, hoy (por ayer) se entregó la documentación y a lo largo del día o mañana (por hoy) ya llegará el combustible a los depósitos”, aseveró el regidor, que recordó que tanto el Ayuntamiento como el colegio de Educación Infantil de El Fuejo, que también se quedó sin calefacción por la falta de combustible a media mañana del martes, cuentan con radiadores eléctricos para paliar la situación.  

“Es verdad que hay trabajos más precarios y que no somos niños, pero en la normativa de Prevención de Riesgos Laborales se establecen unas temperaturas mínimas y estos días aquí no se están cumpliendo”, denuncia una trabajadora, que prefiere no dar su nombre. En el plan de choque de ahorro y gestión energética se limita la temperatura de la calefacción a los 19 grados, estando varios grados por debajo lo que se consigue alcanzar en las dependencias municipales.

Uno de los motivos que hace que la temperatura no logre mantenerse con los pequeños radiadores eléctricos es el de las características del edificio, que, por ser histórico, dispone de poco aislamiento térmico tanto en la construcción como en ventanas y puertas. Tampoco se puede plantear la posibilidad de aumentar el número de radiadores conectados, puesto que la potencia eléctrica no permite soportar tanta demanda de energía y, al final, provoca que haya caídas de alimentación en el suministro.

La situación que han vivido estos días los trabajadores de la Casa Consistorial y que previsiblemente hoy quedará resuelta no es nueva. Aseguran que durante este invierno ya se ha dado la circunstancia de quedarse sin calefacción en otras ocasiones. No obstante, han preferido no entrar a valorar el motivo por el que se está dando este hecho de forma recurrente a lo largo del invierno tanto en dependencias municipales como en colegios.