Nieves Herrero emociona en la 40ª Fiesta Literaria de la Mar de Cudillero: "Consideradme una de los vuestros"

La periodista lee un relato en el que deja patente su pasión por el concejo durante un acto en el que fue homenajeado el artista Favila

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Cudillero vivió este domingo una de sus fiestas literarias más emotivas gracias a la pluma de Nieves Herrero. La escritora leyó su "cuaderno de escritores de Cudillero" con pasión. También como buena periodista y para asombro de un público atento que siguió su intervención con el silencio que necesita la concentración, no dejó atrás matices ni humanidad. El relato contado por Herrero duró veinte minutos y estuvo cargado de historia personal y colectiva.

Habló Nieves Herrero de su amor por el mar y citó a numerosos escritores (Luis Borges, Federico García Lorca, Mario Benedetti, Nicolás Guillen, Rodrigo Morales o Mario Vargas Llosa, entre otros) para explicar todo lo que la inmensidad del agua de los océanos y mares ha inspirado a la sociedad y a la literatura. Se detuvo más tarde en una anécdota poco conocida de su vida. La de aquel momento en el que mar casi arrebata la vida de su hija mayor y la suya propia. "Hace no muchos años pensé que el mar quería que formara parte de su historia", desveló a las más de 200 personas que participaron un acto celebrado en un conocido restaurante de San Juan. "No me querían soltar las olas. Fueron quince minutos en los que llegué a pensar que moriría sin dejar rastro mecida por el oleaje.

En ese viaje no estaba sola. Tiraba de mi hija mayor y mis fuerzas flaqueaban; mi hija tenía que salvarse y saqué fuerza no sé muy bien de dónde. Finalmente, el mar me devolvió la vida y me enseñó su peor cara, pero me dio una gran lección: todo puede acabar en una ola. Desde entonces siempre me digo: aprovecha este momento porque a lo mejor no hay otro", contó emocionada. Continuó la escritora recordando que conoció Cudillero hace veinte años y dejó en ella una huella "imborrable". Fue atenta con la historia del pueblo y en el cuaderno literario que escribió invitada por la asociación Amigos de Cudillero hizo gala de sus conocimientos . Lo contó Agustín Bravo y lo rescató este domingo Nieves Herrero: aquellos primeros pobladores se quedaron estas tierras de forma definitiva tal vez atraídos por la abundante pesca. "Igual que me ocurrió a mí, que me quedé", indicó.

Amado González, «Favila», durante su intervención. | A. M. Serrano

Amado González, «Favila», durante su intervención. | A. M. Serrano / Ana M. Serrano

La escritora dio a conocer todo lo que sabe de un concejo que pueblan "pixuetos, caizos, vaqueiros y aldeanos". De un lugar donde se baila "danza prima, giraldillas, descasao, temperendengue y perlindango". Y de un municipio donde vive "acogedora gente" que todavía guarda el espíritu de Fortunato de Selgas, "por querer pertenecer a una comunidad" a la que trata de ayudar.

No acabó su relato Nieves Herrero sin recordar a Elvira Bravo, "un figura esencial" para Cudillero y "la que creo que fue la primera cronista femenina de la villa". Pidió que en Cudillero la consideren "una de los vuestros" y cerró la lectura de su cuaderno literario con un "¡Cudillero, os amo!".

Durante la jornada, el colectivo organizador impuso la insignia de oro al artista Amado González Hevia, "Favila", por sus generosas colaboraciones con la asociación y su hacer profesional y personal. También entregó el primer premio del concurso literario "Cudillero, el pescador y la mar" a la alumna Daniela Bra Toro, de 15 años y alumna del Colegio San Fernando" de Avilés. El primero fue presentado con cariño por Luis Rodríguez, presidente del Patronato de la Escuela de Artes y Oficios de Avilés. La segunda pudo leer en directo el relato, una obra que cuenta cómo añora una joven estudiante de Cudillero, una vez instalada en Madrid, su pueblo natal.

El acto se cerró con la actuación del coro del centro asturiano de La Coruña y las gaitas de "Avante Cuideiru". Este año también hubo un recuerdo especial para el director del diario El Comercio, Marcelino Gutiérrez, fallecido recientemente de forma repentina a los 48 años de edad.

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