Santiso premia a un vino "tinto clarín, muy suave"

Los ganadores del concurso de vinos caseros de Cangas del Narcea son elaboradores domésticos desde hace solo una década y se presentaron para ayudar a mostrar que "hay mucho interés por la tradición vinícola en el concejo"

Ángel Luis Álvarez, ayer, en el barrio bodeguero de Santiso.

Ángel Luis Álvarez, ayer, en el barrio bodeguero de Santiso. / D. Álvarez

Ángel Luis Álvarez y su hijo César Álvarez empezaron hace diez años a elaborar su propio vino casero, lo presentaron por primera vez este año al concurso organizado por el Museo del Vino, con motivo de la festividad de Santiso, y se llevaron el primer premio. Un galardón que reciben “con ilusión” y con el que sienten que se reconoce que “no lo están haciendo tan mal”.

Primero convencieron al jurado profesional del concurso, que se enfrentó a una cifra récord de vinos para clasificar, fueron 67. El vino que resultó ser el ganador del certamen también había conseguido la puntuación más elevada de los cuatro que pasaron a la cata final, que fue abierta al público en general y tuvo lugar en la Fiesta de Santiso, el domingo 28 de enero. Fueron 80 personas las que pasaron por el Museo del Vino, ubicado en el barrio bodeguero cangués de Santiso, para probar las elaboraciones finalistas y coincidieron con los profesionales en que el caldo de Ángel Luis Álvarez y César Álvarez era el mejor.

Explica Ángel Luis Álvarez que su vino es un "tinto clarín, muy suave”. Está elaborado con las uvas de la viña Gancedo de Limés, propiedad de un amigo de la familia, Pepe Gancedo. En ella tiene las variedades de uva albarín tinto, carrasquín, verdejo y mencía, y la mezcla de todas ellas es la que ha dado como resultado el vino ganador de esta edición del concurso, recuperado después de tres años sin convocarse debido a la pandemia.

La clave para ellos está en el viñedo y en la forma de elaboración. Su vino solo lleva las uvas autóctonas de la viña Gancedo que “está muy bien trabajada”, añaden. Además, suelen recoger el fruto bien maduro. Este año esperaron hasta el 10 de octubre para recolectar las uvas, cuando ya todos los viñedos habían sido vendimiados en septiembre.

También creen que para obtener un buen vino hay que tener en cuenta los pasos a seguir durante su elaboración. En su caso, optan por realizar poco prensado para evitar un exceso de acidez y no añaden el pie de la prensa, para que “el vino no salga grueso”, detalla Ángel Luis Álvarez, que considera que también influye el trabajar con depósitos de acero inoxidable frente a las barricas de madera de antaño.

Este concurso de vinos caseros, que cuenta con la colaboración de la Denominación de Origen Protegida Vino de Cangas, la Cofradía del Vino y la Junta Local de Hostelería, se realiza en el momento en el que se hace “la prueba del vino”, puesto que aún está en elaboración y le queda el trasiego del “menguante del mes marzo”, explica el productor. Además, no será hasta junio cuando embotellarán las casi 400 botellas obtenidas este año.

“La calidad de los vinos presentados fue muy buena, la mayoría se clasificaron en las catas previas en buenos y muy buenos, nos explicó la responsable del Museo del Vino, así que nos hace mucha ilusión haber ganado, sobre todo por mi hijo que fue el que empezó a elaborar el vino”, cuenta Álvarez, que explica que a su hijo César siempre le gustó la tradición vinícola: “Cuando tenía 11 años iba a vendimiar una parra a casa de un amigo en las Mestas, siempre tuvo mucha afición”.   

Aparte, la familia tuvo un bar, el Mesón de Cándido, donde vendían vino casero de productores locales que tenían sus propios viñedos. “Lo comprábamos a elaboradores caseros de Llamas de Ambasaguas, Limés, Corias, Tebongo, Las Escolinas, éramos los únicos que vendíamos vino casero de viñedos de Cangas”, rememora Álvarez.

Presentarse al concurso no fue algo planeado. Ángel Luis Álvarez vio el cartel del concurso y llevó una botella de vino: “Lo hice simplemente por aportar en lo que se organiza en Cangas y para que se vea que hay mucho interés por la tradición vinícola en el concejo y se mantiene la costumbre de elaborar vino en casa”.

De hecho, hacer vino en casa es una tradición que aún permanece muy arraigada en el concejo de Cangas del Narcea. No solo los propietarios de viñedos llevan a cabo esta práctica, son muchas las casas que tienen su propia bodega donde elaboran caldos con uva comprada bien a productores locales o a mayoristas que la traen de fuera de la región.