Quinta voladura en la central térmica del Narcea: caen la caldera del grupo I y dos silos

El desmantelamiento de la industria de Soto de la Barca avanza sin que los planes de futuro para la zona convenzan a los vecinos: "Polígonos hay un montón y están medio vacíos"

Soto de la Barca vive la quinta voladura de las infraestructuras de central térmica

Demelsa Álvarez

La caldera del grupo I y dos silos, uno de cenizas y otro de escorias, fueron las estructuras que se demolieron en la quinta voladura realizada dentro de los trabajos de desmantelamiento de la central térmica del Narcea, en Soto de la Barca (Tineo), este jueves. La operación se produjo sobre las once de la mañana, manteniendo cortado el corredor del Narcea (carretera AS-15) a su paso por la localidad durante una media hora.

La demolición se desarrolló según lo previsto. Tras la cuenta atrás llegó la detonación, primero en la caldera y acto seguido en los silos, cayendo al suelo ambas infraestructuras prácticamente a la vez. La caldera era una estructura metálica y estaba soportada por siete pilares, con una altura de 46 metros y un peso estimado de 2.300 toneladas. Mientras que los silos de cenizas y de escorias eran gemelos a los demolidos en la primera voladura del pasado mes de diciembre y tenían una altura de 37 y 26,5 metros y un diámetro de 12,5 y 10 metros, respectivamente.

Esta voladura ya no despertó tanto interés en los vecinos de la zona como las anteriores y en los alrededores de las instalaciones de la central tan solo se concentraban los trabajadores que están llevando a cabo el proceso de desmantelamiento. La siguiente voladura previsiblemente no será hasta verano, cuando se destruirá el último símbolo de la industria, la gran chimenea del grupo III y la caldera. Mientras tanto, se mantiene la fecha del primer trimestre de 2025 para completar el desmantelamiento.

Recientemente, Naturgy anunció en Tineo que cederá gratuitamente el solar de 7 hectáreas de la antigua central a las administraciones y el Principado de Asturias avanzó que promoverá la construcción de un polígono industrial. Una propuesta que no convence a los contados vecinos que este jueves asistían a la demolición.

Luis Ángel Menéndez, natural de Soto de la Barca y que hasta ahora no se ha perdido ni una de las voladuras, es pesimista y pone en duda que un área industrial funcione en la zona. “Polígonos hay un montón y están medio vacíos, entonces no se entiende que quieran hacer otro”, lamenta y recuerda que para dar un futuro a la zona lo que tendrían que haber hecho es “antes de desconectar y derrumbar todo habría que hacer un plan y no se hizo”.

En la misma línea se manifestó el camionero cangués José Uría, quien insiste en lo innecesario de un polígono cuando en la zona ya los hay y con parcelas disponibles. “El futuro aquí va a ser malo, acabaron con todo, la juventud no tiene posibilidades”, augura.

Para ceder los terrenos de la central a la administración, Naturgy se comprometió a llevar a cabo las obras de reordenación del cauce del río Narcea en el ámbito de la central, que incluye la protección de la parcela contra inundaciones para hacerla edificable. Un acondicionamiento que comenzará este mismo año, a la par que avanza el desmantelamiento. Según detallan fuentes de la compañía, las obras consisten en la eliminación del encauzamiento del río Narcea y la demolición del canal de refrigeración de la central térmica para la restitución del cauce. Los trabajos incluirán también la adecuación de los dos puentes existentes sobre el río en la zona de la central térmica y la recuperación a cielo abierto de los cauces de dos arroyos laterales del río Narcea. Finalmente, se construirá una mota de protección frente a las inundaciones.

Además, la empresa construirá en la parcela una estación depuradora de aguas residuales (EDAR) “con capacidad de tratamiento para una población de 500 personas”, especifican, y también cede gratuitamente el antiguo poblado que alojaba a los trabajadores.