Colgados de la roca en Luarca: Los detalles de una actuación, de elevada "complejidad técnica", para frenar los argayos

"Es de una envergadura muy sustancial en lo que a consolidación de taludes costeros se refiere, alcanzando cotas de trabajo con elevaciones máximas de 70 metros", señalan los técnicos

Dos operarios, durante los trabajos de instalación y refuerzo de la malla protectora.

Dos operarios, durante los trabajos de instalación y refuerzo de la malla protectora. / A. M. S.

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Las playas de Luarca llaman estos días la atención y no por lo que suele ser habitual, su paisaje. Las obras de contención de argayos que empezaron en noviembre tras desprenderse un volumen importante de material de la ladera continúan su andadura dejando imágenes especiales por el lugar desde donde trabajan los operarios: colgados a una altura elevada que, en algunos casos, supera los 70 metros.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico confirma a preguntas de LA NUEVA ESPAÑA que "la dificultad técnica de la obra es muy elevada, ya que al tratarse de una actuación de emergencia se prospecta la ladera y se rediseñan las actuaciones conforme avanzan las mismas".

En estos momentos, se está trabajando ya en el último sector, "que presenta unas características más heterogéneas y, por lo tanto, más complicadas". "Sin lugar a duda, es una actuación de una envergadura muy sustancial en lo que a consolidación de taludes costeros se refiere, alcanzando cotas de trabajo con elevaciones máximas de 70 metros", añade el Ministerio.

En la actualidad, se trabaja con dos equipos de estabilización en la obra, "cada uno de ellos con sus propios medios de elevación". También hay otros destinados a la realización de ensayos, prospección del terreno y coordinación global de la obra, añade el Ministerio, que concreta que, debido al espacio que necesitan cada uno de ellos, "es imposible incrementar el esfuerzo de trabajo, ni aumentar el número de equipos".

La fecha de finalización de la obra se espera para el 30 de junio. El Alcalde de Valdés, Óscar Pérez, confirma que se mantiene este plazo, algo deseado para turistas y vecinos. El argayo se produjo el pasado 20 de octubre y el seis de noviembre se cortó el acceso al paseo para empezar las obras, con un presupuesto de 3.360.000 euros. "Sea como sea, día arriba o día abajo, podemos decir que la intervención es un éxito tanto a nivel técnico como en agilidad de ejecución", añade Pérez. 

El regidor está satisfecho con el avance de las tareas y el resultado. "Hemos visto grúas, operarios colgados, ingenieros, microvoladuras y una dotación de tres millones de euros para atajar frontalmente un problema que pudo significar el cierre de zona durante años y finalmente estamos en la óptica opuesta", opina.

"El Ministerio ha cumplido con esta villa sobradamente en esta cuestión", añade. Las tareas tienen un plazo de ejecución de ocho meses. En principio, el Ministerio informó de que se iban a realizar las siguientes actuaciones "necesarias para mejorar la seguridad en la zona": saneo de la zona de talud con riesgo de desprendimiento, retirada los restos del desprendimiento y sistema de protección en mal estado, instalación de sistemas de protección del talud y reposición de distintos elementos dañados por el desprendimiento.

Las obras condicionan el acceso a las playas (a la playa Tercera o Salinas se puede acceder por el Chano) y también la instalación de las particulares casetas de los arenales luarqueses. No obstante, el Alcalde asegura que, en caso de acabar las obras en la fecha prevista, hay tiempo para tramitar la adjudicación de los espacios e instalar las casetas.