Paco Ron regresa a su firmamento, el emotivo homenaje al chef que consiguió la primera Estrella Michelín del Occidente en 1999

Destacados cocineros asturianos rinde tributo al responsable de La Taberna de Viavélez

Así fue el emotivo homenaje sorpresa a Paco Ron

Ángela Rodríguez

Ángela Rodríguez

Algunos, como Nacho Manzano, recuerdan "el musicón" que sonaba en el restaurante de Paco Ron en el puerto de Viavélez (El Franco) y otros, como Cecilia Pérez, su esfuerzo por recuperar los callos del chiringuito. Nombrar a Paco Ron, en cualquier caso, evoca sabores, colores, recuerdos y emociones. Emociones que no se pudieron contener, ayer, en el pequeño puerto franquino, donde medio centenar de compañeros y amigos sorprendieron al cocinero con un "merecidísimo homenaje".

Arriba, la alcaldesa de El Franco, Cecilia Pérez, y el homenajeado, Paco Ron, que sostiene una placa conmemorativa. Abajo, el cocinero Nacho Manzano besa al homenajeado, emocionado por la sorpresa que le dieron ayer sus compañeros. | Á. R.

La alcaldesa de El Franco, Cecilia Pérez, y el homenajeado, Paco Ron, que sostiene una placa conmemorativa. / Ángela Rodríguez

Se celebró en la Taberna Viavélez, el mismo rincón donde Ron logró, en 1999, la primera Estrella Michelin del Occidente asturiano. Diez años antes, en 1989, el cocinero se había instalado en la humilde localidad pesquera, el pueblo de su padre, tras haberse formado en grandes restaurantes como Atrio, Berasategui, El Celler de Can Roca o El Cenador de Salvador.

Paco Ron regresa a su firmamento

El cocinero Nacho Manzano besa al homenajeado, emocionado por la sorpresa que le dieron ayer sus compañeros. / Á. R.

Pocos saben, sin embargo, que en sus inicios también cocinó en la Pizzería Pinocho, o que fue pinche en Dómine Cabra. También, que le apasiona el rugby, como a su amigo Pedro Martino. "En Paco, persona y profesional van a la par. Es un gran paisano al que le tengo un inmenso cariño y con el que comparto muchos valores", destacó Martino, uno de los que, junto a Ron, impulsó el grupo Nueva Cocina Asturiana.

El homenajeado reconoce haber sido siempre "un cocinero muy anárquico" que cocinaba "en el momento lo que se me ocurría". "Con una hermana que se murió, Cris, empezábamos a cocinar y teníamos que parar el ochenta por ciento de las cosas porque no salían. Luego yo creo que, cuando empiezas así, y con una ilusión grande, el propio plato es el que te lleva. Hay que saber escuchar", aseguró Paco Ron, abrumado por la cálida sorpresa de sus allegados.

Entre ellos, José Antonio Campoviejo (El Corral del Indianu), Pepe Ron (Restaurante Blanco), Abel Terente (El Asador de Abel), Luis Alberto Martínez (Casa Fermín), Pedro Morán (Casa Gerardo), Mary Fernández (Mesón El Centro), Elio Fernández (Ferpel) y Diego Fernández (Restaurante Regueiro), entre otros.

Apartado profesionalmente de los fogones por complicaciones de salud, Paco Ron recogió ayer una placa conmemorativa como el primer cocinero en traer una Estrella Michelin al Occidente. Moldeada por el ceramista tapiego Javier Cancio, y entregada por la alcaldesa de El Franco, Cecilia Pérez. "Paco supo aprovechar la potencia que tiene el occidente de Asturias, el gran desconocido. Supo combinar ese Viavélez que tenía dentro y trasladarlo a esos maravillosos platos", resaltó la regidora.

Desde los restaurantes más emblemáticos de Asturias, y también de Madrid, llegaron amigos que Ron "no veía desde hace mucho tiempo". Cocineros y críticos gastronómicos, como Luis María Alonso, de LA NUEVA ESPAÑA, que ensalzaron la humanidad y buen hacer del chef. "La cocina asturiana le debía un homenaje a Paco Ron. Y felizmente lo hemos podido organizar. Gracias a los que habéis venido, a las dos Tabernas Viavélez (en Asturias y Madrid), a Sara Ron y especialmente a Elio Ferpel. Si hoy estamos aquí es gracias a él", aseguró el también crítico Carlos Maribona.

Del coañés, que vestía una sencilla camiseta con la imagen de una vaca y mensajes de defensa al medio rural, (y que bandeja en mano sirvió al resto) dijo ser "el sucesor natural de Paco Ron". "Paco fue la primera estrella y hasta Elio, veinte años después, no llegó una segunda. Hay méritos para que hubiera muchas más", aseveró el crítico. Aunque el homenajeado fue rotundo: "Se tardó tanto tiempo porque los inspectores nunca llegaban, no había carreteras. Fue un sitio muy escondido, pero hay un tema muy claro: hoy Asturias es una potencia de la gastronomía española. Hay infinidad de cocineros, nunca tuvo este nivel", sentenció Ron.

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