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La ventana

Decisiones poco claras

Luce esplendoroso el remozado Casino de Navia. Destaca, de la obra llevada a cabo en el noble edificio, su colorido, tanto es así que su pintura ha sido distinguida a nivel nacional. Lo curioso del caso es que a Patrimonio de Asturias no le gustó ese color rojizo y pide su modificación. Este no es un caso aislado. En Luarca se ha paralizado la demolición de lo que en su día era la Imprenta Pérez del Río. El Ayuntamiento valdesano pretendía aprovechar el solar y, de acuerdo con los propietarios, utilizarlo como aparcamiento.

Quienes caminamos por la frondosa senda de la ignorancia nos preguntamos con frecuencia cuál es la misión de este o aquel organismo al que no encontramos sentido. A veces nos entra la duda sobre si, quienes comandan esos mismos organismos, son las personas idóneas, pues su proceder está plagado de yerros continuados. Tal es el caso de la Dirección General del Patrimonio Cultural dependiente de la Consejería de Educación.

Todos sabemos que en Asturias existe una riqueza patrimonial incalculable. Contamos con cuevas prehistóricas y con singulares muestras del arte prerrománico. En el Occidente tenemos joyas como los castros de Coaña, Chao San Martín, Mohías o San Lluís, todos ellos necesitados de inversión para su cuidado, tarea que Patrimonio no debería descuidar. A cualquier localidad que nos acerquemos siempre hallaremos algo destacable digno de ser admirado. Iglesias y capillas, lo que fueron escuelas, hórreos y cabazos, muchas de estas edificaciones en estado lamentable otras ya irrecuperables. Parece que no está entre las prioridades de Patrimonio su conservación.

El visitante que llega a Luarca, si quiere disfrutar su belleza panorámica, debe acceder por la carretera del Faro. Habrá dejado atrás un conjunto de casas indianas. Al doblar la curva del Faro se distinguen los barrios de El Cambaral y La Pescadería, al tiempo que recibimos el impacto visual del Cementerio. Ya dentro de la villa nos encontramos con los palacios de Gamoneda y de Ferrera, las edificaciones con el sello de Manuel del Busto, y también se ven, más de lo deseable, edificios abandonados que se deterioran día a día. Al igual que en Luarca, en Navia hay situaciones parecidas.

Habrá alguna explicación pero con el tajo que tiene ante sí la Dirección de Patrimonio no se entiende esa fijación en el Casino de Navia y en la Imprenta de Luarca.

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