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El cormorán

Javier Morán

Propaganda sin modular

El ciudadano parece menos complaciente con los mensajes de los gobernantes

A ver si nuestros munícipes avivan el seso y dejan de repetir argumentos, porque la situación que ahora pasamos a señalar ya la hemos visto idéntica a sí misma en otras ocasiones. Cada vez que el PP municipal pide la supresión de la «Gaceta» -la revista que el equipo de gobierno del Ayuntamiento difunde tenazmente desde hace casi 15 años-, surge un edil socialista, José María Pérez, que enseña alguna publicación del Consistorio ovetense y cuenta el número de fotos en las que luce el alcalde Gabino de Lorenzo. El número de instantáneas en las que florece el regidor de la vecina ciudad no suele bajar de cuatro o cinco docenas.

Sin embargo, este «y tú más» nos deja como estábamos, al igual que el uso de esta misma técnica en otros campos de la actualidad, por ejemplo, con el «deslizamiento» presupuestario en las obras de ampliación de El Musel. Son incontables ya las veces que hemos escuchado a la alcaldesa Paz Fernández Felgueroso que sobrecostes los hay en todas partes y que las habas se cuecen en todas las casas y que por ahí seguido.

El filosofo Gustavo Bueno acaba de publicar «El fundamentalismo democrático», un análisis sobre la corrupción, entendida no tanto como delito tipificado en el Código Penal sino como descomposición, enviciamiento, putrefacción, etcétera, de la democracia.

Ni la «Gaceta» ni el desfase presupuestario del puerto están siendo ahora mismo asunto de togas, pero revelan procedimientos muy discutibles abordados por nuestras autoridades. En cuanto a la revista municipal, se enmarca en esa insistencia de los repúblicos con la propaganda. La reciente pitada en el teatro Jovellanos contra un largo vídeo de autobombo debería hacer recapacitar a nuestros munícipes sobre cómo modular sus mensajes propagandísticos. Es más: tenemos la impresión de que cuando la actualidad se tuerce a causa de dificultades como las que trae la crisis, el ciudadano se vuelve menos complaciente. Y ello sucede en Gijón haga lo que haga el alcalde de Oviedo.

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