En el cine, todo es mentira», nos explica el director de cine Nacho Carballo en su visita al instituto. Los alumnos atienden con fascinación y curiosidad a las anécdotas que Nacho nos cuenta: pequeños secretos de algunos actores, detalles de la imagen que en ocasiones el ojo no ve, los entresijos del rodaje de una película. La visita del cineasta gijonés se encuadra dentro del catálogo de actividades educativas que el Ayuntamiento de Avilés ofrece a los centros escolares de la zona. El objetivo de su charla es mostrar al alumnado la magia del lenguaje audiovisual y cómo aplicar esos conocimientos a la realización de cortos grabados con la cámara de un teléfono móvil.

Cuando una alumna muestra interés por llegar a ser actriz, Carballo describe con entusiasmo el atractivo de la profesión de actor, donde se aprende a interpretar, se practica danza o esgrima, y se crece, enormemente, como persona, y afirma que un actor de verdad es famoso por su trabajo, no vende su vida privada. Todo el circo mediático de la última década es un reclamo para muchos, no obstante, esos personajes son famosos cuatro días. Todos caen en el olvido tarde o temprano.

A pesar de todo no consigue convencer a aquellos que afirman tener muy claros sus objetivos: «Yo quiero ser famoso. ¿Qué hay que hacer para ser famoso». Famoso a cualquier precio. Famoso de fama efímera, de esos que llenan los programas de televisión y hacen bolos por las discotecas. Sí que lo tiene claro, cuando cumpla la mayoría de edad se presentará al casting de «Gran Hermano», y tal vez pruebe suerte para ser «tronista» en «Mujeres y Hombres» y viceversa. Si lo consigue, una compañera se ofrece a ir ella también, así luego pueden hacer juntos un montaje. De este modo podrían ir los dos por los platós de televisión y ganar mucho dinero. Porque a veces en televisión, también es todo mentira, y hoy para asegurarse un futuro la fórmula no pasa por sacar el título de la ESO, lo que está de moda es ser tronista, ex concursante de «Gran Hermano» o tertuliano junto a Belén Esteban.

Algunos llegan a clase al día siguiente cargados de ideas para su corto. Si la cosa pinta bien, sus proyectos podrán participar en la tercera edición del «Certamen de cortos con el móvil» que organiza el servicio de Juventud en el mes de junio. Tal vez alguno descubra una vocación creativa dentro del mundo de la imagen, algo más duradero y sólido -esperemos- que un minuto de gloria en un plató de televisión.