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La mar de Oviedo

Ordeño y mando

Un empresario asturiano me dijo, tiempo ha, que Catar, el emirato de Catar, situado en la Península Arábiga, aspiraba a organizar el mundial de fútbol con el fin de consolidarse en el mapa. Al ser tan pequeño, en lugar de crear un ejército para defender su territorio, prefiere invertir en la FIFA, asentar sus reales en torno al balompié para mostrarse como nación, por cierto con la renta per cápita más alta del planeta y con las más importantes reservas de gas del globo. No es ajena esta política de Catar a lo que hace la Generalitat con el Barça, y concuerda con la aspiración de cualquier gobierno, desde Franco: tener la posesión del balón. El Ministerio de Defensa catarí no repara en gastos y soborna a quien sea menester, para encontrar su lugar, según confiesa Chuck Blazer, "Míster Diez-por-ciento", que cató en Catar, que ordeñó en Catar. También la FIFA es otro emirato.

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