Nada en exceso, e incluso con un puntito de carencia. Los expertos recomiendan que se hagan pocos regalos a los niños, y estos no queden hartos. La hartura produce hartazgo. Un consejo como el de quedar siempre con algo de hambre, o quitarle una hora al sueño, o sea, quedar un poco insatisfechos, pues la satisfacción plena produce insatisfacción. Aunque parezca un círculo vicioso, en realidad eso es lo que somos. La vida es una viciosa navegación en círculos, y sólo se puede aspirar a trazar cierta espiral. La condición humana es en sí misma insatisfactoria, y de ahí viene todo lo demás. Así pues, Majestades de Oriente, no rellenen a los niños de juguetes, trufándolos como pavos, pues cuando se sientan hartos los verán como causantes de su hartazgo. Además el juego verdadero es una actitud del espíritu, y las cosas son sólo un instrumento. El que tiene ganas lo hace con cualquier cosa.