La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Maxi Rodríguez

Parando en Villalpando

Maxi Rodríguez

Cupido dimisión

El asturiano es un hater para el asturiano

-Dimito, cuco.

-¿Perdón?

-Con los asturianos ye imposible, ¿oíste? ¡Tiro la toalla!

-Pero...

-¿Usté sabe lo que ye salir a repartir amor y nun ganar pa hosties?

-No entiendo.

-Ni yo, fíu. Pero éstos no aman a nadie. Ni a sí mismos. Por no amar, no aman ni a la "coofidialidá amable".

-¿Se encuentra usted bien?

-¡Que va! ¡Traigo un quemazu!

-¿Por?

-¿Sabe lo que ye buscar la paz nel mundo y no topala ni nel área metropolitana?

-Lo siento, pero no entiendo nada.

-Digo voi aprovechar que casi coincide Antroxu y San Valentín pa dar lo mejor de mí?

-¡Ajá! ¿Y?

-Menos mal que, como soi Cupido, llevo pañales.

-¿Por?

-¡Coime, porque nun fago más que cagala!

-Vaya. ¿Y de cuántas birras estaríamos hablando?

-No se confunda. Yo nunca bebo tando de serviciu.

-Ah. Ya...

-Aunque, la verdá, siento que me falló la puntería.

-¿Y eso?

-Debí dar con toles fleches al pote.

-¿Por?

-Pamique los asturianos lo único que realmente aman ye comer.

-¿Usted cree?

-Esto paez el paraíso del mosqueo: fricciones a derecha e izquierda, de proa a popa, a babor y estribor?

-Cálmese, por favor.

-A ver quién ye más puru, quién la suelta más gorda? Y con el progreso, ¡vamos a peor!

-¿A qué se refiere?

-El asturianu ye un hater pal asturianu.

-¿En serio?

-Sí, ho. ¡Ta estudiao! Tocamos a veinticinco odiadores per cápita.

-¿En serio, Conrado?

-Cupido, llámeme Cupido. Que aunque toi dimitiendo sigo en lo mío.

-Diga, diga.

-Na. Que fagas lo que fagas, pienses como pienses, hables como hables, vas tener una media de veinticinco "vecinos" tocándote los cojo?

-¡Jajaja! Francamente, creo que exagera. A mí todos me aman, y eso que vengo de afuera.

-¡Claro, manín! Siempre ye mejor lo de fuera que lo d'aquí.

-Bueno, venga, Conrado...

-¡Cupido, cagonmimacho!

-Relájese, hombre, y quite el disfraz?

-¡Puf, qué duro ye lo de repartir amor!

-No se preocupe. Seguro que en San Valentín triunfa.

-¡Ya no me queden fleches!

-Bueno, hombre, pues vaya a por más.

-De eso nada. Ni hablar. Yo... ¡Dimito! Ya está.

www.parandoenvillalpando.com

Compartir el artículo

stats