Una de las mayores preocupaciones de Mark Zuckerberg es que, de ninguna manera, pueda considerarse a su compañía un medio de comunicación pues, entonces, tendría que atenerse a una regulación y responsabilizarse de algunos contenidos y de esas nuevas técnicas de manipulación propagandística difundidas desde su plataforma que tan dañinas son para el sistema democrático. La grave crisis de reputación, por filtración de datos, que sufre esta compañía que maneja y comercializa la información personal de una cuarta parte de la humanidad está obligando a Zuckerberg a dar la cara públicamente, algo que tanto le desagrada. Pero, vistos los resultados, casi está resultado peor el remedio que la enfermedad.
Esta semana mantuvo un encuentro en Palo Alto con distintos editores de noticias de los más destacados medios de comunicación de Estados Unidos. La conclusión que algunos de ellos sacaron es que Zuckerberg no entiende realmente qué es el periodismo. Adrienne LaFrance, editora de "The Atlantic", cuenta que tras ese encuentro constató que la idea que el fundador de Facebook se hace de la información de calidad consiste en una exposición de opiniones distintas. Y como Facebook canaliza las opiniones de millones de personas pues eso permitiría que la gente se haga una idea cabal de la realidad. Ustedes ya se habrán adelantado, habrán visto la falla: ¿y los hechos?, ¿qué importancia tiene entonces que una noticia de ley tenga que ser una exposición jerarquizada de hechos contrastados? Como dice LaFrance, la respuesta que Zuckerberg daría a la pregunta germinal del periodismo ("¿Qué pasó?"), sería imprimir una sucesión de opiniones de tu grupo de amigos. En ese encuentro, además, Zuckerberg insistió en que apoyaba mucho al periodismo, pero nada dijo de cómo Facebook ha drenado de manera brutal los ingresos publicitarios que sostenían a los medios.
Esta semana Sandy Parakilas, exdirector de operaciones de Facebook y ahora uno de sus críticos, tras la fuga de datos de la que alertó ya en 2011, opinaba así de Zuckeberg: "Necesita que lo supervise un adulto. Tiene demasiado poder".
