Para argumentar que Gijón ha hablado falta el refrendo en la calle, pero es cierto que la sociedad civil y la clase política local van esta vez de la mano, de una manera inusual por lo poco frecuente, en la demanda de la urgente firma del convenio del plan de vías, que el Ministerio de Fomento tiene paralizado sin explicaciones convincentes.

El pasado miércoles a la llamada reivindicativa de la Federación de Asociaciones de Vecinos en defensa de la activación inmediata del proyecto ferroviario acudieron al acto multitudinario celebrado en el patio del Antiguo Instituto no sólo los partidos políticos con presencia municipal y representantes de las principales organizaciones empresariales y sindicales de la ciudad sino también portavoces de los colectivos sociales y culturales más reconocibles de Gijón. Se echó en falta más presencia institucional del PSOE, que mantiene una posición tibia en relación con este proyecto desde que el Gobierno de la nación corresponde a sus siglas, pero cabe calificar de exitosa la reunión. El mensaje que se pretende hacer llegar al actual titular de Fomento, el socialista José Luis Ábalos, es nítido: Gijón no va a tolerar nuevas demoras de un proyecto que la ciudadanía considera esencial para una ciudad que no acepta quedar anclada en el pasado siglo en materia ferroviaria, que ya no puede soportar por más tiempo un túnel del metrotrén convertido en una piscina, una estación de autobuses que no es más que un chamizo y una destinada al ferrocarril con carácter provisional y que amenaza con eternizarse.

El ultimátum está lanzado y la pelota se encuentra ahora en el tejado del Ministerio que gestiona las grandes infraestructuras, el mismo que hace unos meses, bajo el manto de otro Gobierno, se comprometió con el Gobierno del Principado y con el Ayuntamiento de Gijón a financiar generosamente la construcción de la estación intermodal en las inmediaciones del Museo del Ferrocarril y la llegada del metrotrén a Cabueñes, además de ampliar el soterramiento de las vías hasta La Calzada. Hay cifras y plazos ya comprometidos, sólo resta rubricar la firma del convenio y ponerse a trabajar. Si Fomento ha encontrado problemas técnicos o financieros en las propuestas pactadas hace apenas medio año, debería comunicarlo en lugar de jugar al escondite con los legítimos intereses de esta ciudad.

El silencio del Ministerio y la negativa del Ministro a visitar esta ciudad y dar explicaciones sobre el estado del convenio no hacen más que alentar la impresión popular de que no existe interés en mantener los compromisos adquiridos, lo cual resulta intolerable. Las horas pasan sin respuesta, lo que aboca al movimiento vecinal a una movilización ciudadana que se podría evitar dando explicaciones convincentes de esta nueva demora.