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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Sin batería en una nevada

Una reflexión nada desdeñable sobre el coche eléctrico en situaciones imprevistas

Un amigo ingeniero al que le da por pensar y repensar cuestiones que a los demás se nos escapan -sobre todo a los de letras que no vemos más allá de Jenofonte y Dionisio de Halicarnaso- alerta en una tertulia de café de las supuestas bondades del coche eléctrico. Que no hay que dejarse engañar por los gurús que anuncian que con el tiempo mejorarán las baterías, y que serán menos caras; que las cargas se harán cada vez de manera más rápida y que la autonomía de estos vehículos se irá ampliando hasta permitir grandes desplazamientos.

El ingeniero en cuestión impone a los contertulios un acertijo: ¿Qué ocurriría si hay que cortar el Huerna por una impresionante nevada y quedan atrapados en la autopista miles de vehículos, la mayoría de ellos eléctricos? Llevas carga suficiente, pero a cinco grados bajo cero ya sabemos lo que pasa con las baterías. Además, la ventisca obliga a disponer de los faros permanentemente encendidos. La autonomía decrece, al tiempo que el tiempo gélido obliga a mantener a pleno rendimiento la calefacción: más pérdida de batería. Pongamos que la espera y el atasco dura cuatro horas. Muchos coches se quedarán sin combustible eléctrico. ¿Qué idearán las autoridades para resolver ese problema? ¿Mandar al Ejército con cables y pilas al hombro? ¿Cuál será el tiempo medio de recarga?

Nunca lo había pensado. Mientras eso ocurre, sigamos penalizando los motores de hidrocarburo. ¿No serán los ideólogos del "chaleco amarillo" algunos que han descubierto que los de siempre nos la están metiendo doblada y con enchufe?

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