Javier Menéndez, con el apoyo de la junta presidida por Jaime Martínez, ha sido el artífice de la innovación y profesionalización de la Ópera de Oviedo. A lo largo de sus 15 años en esta casa, primero como director artístico y después como director general y artístico, ha construido un engranaje, un equipo perfectamente cohesionado, que es motivo de orgullo por los resultados obtenidos en el pasado y en la temporada que está a punto de finalizar con "Carmen", y también motivo de estabilidad y tranquilidad para el futuro de nuestra institución.
Desde un punto de vista artístico, creo que Javier supo encontrar un perfecto balance entre la innovación y la tradición, identificando producciones que pudiesen adaptarse a las características técnicas de nuestro Campoamor. Fue capaz de establecer vínculos estables con nuevos cantantes y directores, consolidando la calidad y el prestigio de nuestra temporada. También ha motivado al equipo para gestionar la forma de atraer al teatro al público joven, uno de los grandes retos hoy para cualquier teatro, también para nosotros.
Para mí, para toda la junta directiva de la Ópera de Oviedo, es una enorme alegría que un profesional ovetense como es Javier pueda tener ahora esta gran oportunidad de seguir creciendo con este nuevo reto. Uno más en una carrera llena de hitos que se desarrolló en gran parte aquí, en Asturias. Con su experiencia de gestión internacional, capaz de tejer alianzas con otros espacios escénicos para grandes coproducciones, pero también de gestar desde Asturias, y con creadores asturianos, un ambicioso proyecto como fue el primer estreno mundial de esta casa. Sentimos enormemente su marcha, nuestra admiración y cariño son muy difíciles de medir y expresar, y a la vez comprendemos su motivación por esta nuevo e ilusionante proyecto. Javier, la Ópera de Oviedo es y será siempre tu casa.
