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Ocho partidos para soñar... y ser listos

Llegó la hora de la verdad para el Oviedo, que deberá batir hoy al Córdoba para no repetir disgustos de última hora

El Real Oviedo llega a la hora de la verdad. Ocho partidos, cuatro en el Tartiere y otros cuatro en campos forasteros, sin el comodín del Reus, ya agotado el fin de semana anterior y con las opciones intactas: nada perdido, todo por ganar.

En el calendario hay de todo. Rivales directos como el Almería, el Málaga o el Granada y partidos trampa ante rivales que quizá no se jueguen gran cosa cuando lleguen los azules. No queda otra que tirar del "partido a partido" que ha convertido en tópico un Cholo Simeone menos triunfante que en temporadas precedentes pero casi siempre fiable, rocoso, incómodo. Calificativos que le vienen como un guante al equipo tejido por Anquela en esta temporada, menos rácana para los azules en los desplazamientos pero más tacaña en los partidos del Tartiere, como repasaba el pasado jueves Xuan Fernández.

El primer rival de los ocho que separan al Oviedo del play-off es el Córdoba, un encuentro que tiene a la curtida afición carbayona con la mosca detrás de la oreja. Todo parece propicio, un equipo hundido en la clasificación con cada vez menos margen para una reacción salvadora como la que ya protagonizó la pasada campaña, víctima de una mala planificación y de una peor gestión en los despachos. ¿Les suena, verdad? Sí, por estos lares sabemos bien que esos "atributos" suelen desembocar en descensos deportivos y desastres administrativos peores que la más desastrosa de las goleadas en contra. Pero esto es la Segunda División española, donde no hay enemigo fácil ni partido ganado de antemano aunque, ciertamente, suene exagerado comparar una buena racha en esta categoría de plata con las que a estas alturas puedan ofrecer el Liverpool de Kloop, el Bayer de Lewandowski o el Barcelona de Messi. De momento, mejor pensar en batir al Córdoba de Rafa Navarro y hacerlo de forma holgada para no repetir aprietos y disgustos de última hora, como los que ya provocaron el Extremadura en el primer partido de la liga o el Lugo hace bastante menos por no hablar del "accidente" del desenlace frente a Las Palmas: seis puntos que a estas alturas sabrían a gloria pero que se esfumaron por falta de acierto y audacia a partes iguales.

A estas alturas no queda otra que sacar ese instinto depredador, que tanto suele escasear en los azules, para después de meter el primer gol ir a por el segundo en vez de desperdiciar un córner por mantener el balón unos segundos cuando todavía quedan seis minutos largos por delante. Como la vida, el fútbol te da lecciones en cada partido así que toca aprender...y pronto. Como decía el sabio de Luis Aragonés y un aficionado oviedista avezado en mil y un partidos, el fútbol es para listos.

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