La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

A la calle contra la izquierda

Ocurría antaño que cuando el Gobierno de la nación estaba en manos de la derecha, la izquierda política y los sindicatos solían incendiar la calle con protestas y acudían a la movilización de distintos sectores para que expusieran sobre el asfalto su proverbial descontento. Sorprendentemente, al paso de unos años ocurre al revés: sin necesidad de que la derecha azuce a los instalados en el cabreo, distintos colectivos ponen el altavoz a su desazón contra las medidas -o la inacción- de un Ejecutivo que encama a socialistas y podemistas.

Lo hemos comprobado esta misma semana, primero con la reclamación de agricultores y ganaderos en demanda de unos precios más justos y después con la llamada de atención de los autónomos, que pidieron ayer en Madrid beneficios como los que obtienen los asalariados, como el derecho a cobrar el paro o la reducción de las cuotas si no se llega al salario mínimo interprofesional. La manifestación reunió a comerciantes, transportistas y profesionales liberales y también a trabajadores del campo.

Autónomos y agricultores son profesionales cuya movilización cuenta siempre con el beneplácito y, aún más, con el cariño y el reconocimiento del común. En el ámbito urbano se reconoce como razonable la prédica del mundo rural y la justicia de sus reivindicaciones. La recolección acompaña a la humanidad desde los inicios de la civilización. Poco después surgió el trueque y el intercambio, gérmenes del comercio.

Los genes de la aldea se encuentran en el ADN de todos nosotros, como también los de la actividad comercial, de manera que la razonable queja de unos y otros encuentra respaldo en la mayoría. Convendría que el Gobierno lo tuviera en cuenta.

Compartir el artículo

stats